El Supremo ordena a la Audiencia Nacional revisar la pena a una "grapo" que atracó 2 bancos
Así lo ha acordado el TS tras proclamar la responsabilidad penal de la acusada, pero destacando que tiene que aplicarse a la pena impuesta la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, tal y como alegó Gema Rodríguez en su recurso.
La acusada, según explica la sentencia, reclamó que la acusación contra ella estuvo paralizada cinco años a pesar de que había sido entregada por Francia a España cuatro años antes de la reapertura de la causa.
Gema Rodríguez fue puesta a disposición de un juzgado instructor en junio de 2010 y fue juzgada al año siguiente en la Audiencia Nacional, que la condenó, además de a la citada pena por dos delitos de robo con intimidación con fines terroristas, al pago de una indemnización de 25.920 euros a La Caixa por el dinero robado.
Sin embargo, y tal y como falle el TS, la sentencia de la Audiencia Nacional "omite todo pronunciamiento fáctico y jurídico relativo a una eventual dilación del procedimiento", a pesar de que fue solicitado por la defensa de la acusada.
La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Luciano Varela, desestima el otro recurso de Rodríguez en cuanto a una posible vulneración de su presunción de inocencia porque en la sentencia de su condena está "corroborada la certeza de la imputación con grado de suficiencia en los medios probatorios"
La Audiencia Nacional consideró probado que el 23 de abril de 2002 la acusada entró en la primera de las sucursales y pidió información sobre un plan de pensiones, momento en el que Jesús Merino del Viejo -condenado por estos hechos a la misma pena- entró en el local y dirigiéndose a la mesa de la empleada dijo: "esto es un atraco, levanta las manos".
Merino y Rodríguez Miguel obtuvieron un botín de poco más de 7.000 euros.
El 10 de mayo de ese mismo año, Merino, la acusada y Mónica Refojos -condenada por este atraco a 6 años y medio- entraron en otra sucursal de La Caixa y, tras preguntar a una empleada por la adquisición de una tarjeta joven, el primero se levantó el jersey y "exhibió a la empleada una pistola que portaba en su pantalón".
Ese gesto "generó un estado de miedo" en la joven, que atendió a la petición de Merino y abrió la caja fuerte, de la que se llevaron 19.300 euros.