El fiscal pide 52 años para el presunto homicida de la discoteca 'Heaven' (Madrid) al descartar legítima defensa
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Carlos M.H. se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Madrid desde hace una semana por el doble crimen que se produjo en la madrugada del 12 de enero de 2009 en la discoteca 'Heaven'. El juicio concluirá mañana y el jurado popular comenzará a deliberar sobre los hechos objeto del veredicto.
El presunto homicida sostuvo en su declaración que actuó en legítima defensa, puesto que trató de repeler con disparos disuasorios los golpes que estaba recibiendo dentro del local a manos de los porteros. En cambio, los 'puertas' negaron esta versión, respaldada por la Policía y los partes de lesiones.
En la última sesión, el fiscal ha elevado a definitiva la pena de 52 años de prisión por dos homicidios consumados (13 años), tres en grado de tentativa (8 años) y una tenencia ilícita de armas (2 años), con la agravante de superioridad respecto a sus víctimas. Así, ha considerado que la autoría de procesado está probada conforme a la prueba practicada y ha descartado que actuara en defensa propia.
Por su parte, el abogado Alejandro Condor, que defiende a la familia de Cata (Catalin S.), ha reclamado que se le condene a 23 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y tenencia ilícita de armas, mientras que la abogada de dos de los heridos, Nuria Rodríguez, reclama 40 años para el acusado por cuatro intentos de homicidio.
Además, Condor ha solicitado al tribunal que se le imponga una orden de alejamiento respecto a la familia de Cata, así como que se le prohíba comunicarse con ellos durante 35 años.
Por otro lado, la abogada del acusado, Ana Madera, ha solicitado que se le absuelva al aplicarle la eximente completa de legítima defensa y, por tanto, se le exima de responsabilidad penal. No obstante, ha planteado de forma alternativa que si se le condena que se contemple la atenuante analógica de defensa propia, con las atenuantes de miedo insuperable y arrebato o obcecación.
EXPOSICIÓN DE INFORMES
En su intervención, el fiscal ha destacado a los miembros del Jurado que hay declaraciones del acusado que no encajan con los hechos, así como testificales de los porteros que tampoco concuerdan respecto al número de disparos que se efectuaron.
"La versión de legítima defensa está huérfana de prueba y están desmentida. Había intención de matar", ha reseñado. También ha recalcado que la Policía Científica no halló sangre en la discoteca, desechando la idea de que le dieran una paliza dentro del local. "Pretende que creamos que uno de los porteros era el poseedor de ese arma", ha dicho en alusión a la tesis de Carlos acerca de que cogió la pistola en el suelo en el transcurso de los supuestos golpes que sufrió.
Además, ha recalcado que todos los disparos los efectuó Carlos frente a la versión del acusado de que no disparó a Alejandro R., puesto que no apretó el gatillo en la calle Arenal. Conforme a la prueba pericial, se hallaron siete vainas percutidas en los alrededores.