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Carmen Badia niega relación con el incendio del piso donde mató a Permanyer



    Barcelona, 26 jun (EFE).- Carmen Badia, condenada a 24 años de cárcel por el asesinato de la psicóloga Anna Permanyer, ha negado hoy cualquier relación con el incendio que se desató en un apartamento del edificio Atalaya de Barcelona donde se cree que se perpetró el crimen.

    En la sección novena de la Audiencia de Barcelona se ha iniciado hoy el juicio contra Carmen Badia, para quien la Fiscalía pide quince años de prisión por haber incendiado un apartamento del que ella había sido inquilina, días después de que apareciera el cadáver de Anna Permanyer, supuestamente con el propósito de eliminar cualquier rastro del crimen.

    Badia, junto a su amigo Joan Sesplugues, cumple una condena de 24 años de prisión por el asesinato y extorsión de la psicóloga Anna Permanyer, cuyo cadáver fue encontrado el 7 de octubre de 2004 en un descampado cercano a Sitges (Barcelona), aunque se cree que el crimen fue perpetrado en el apartamento 11-E del edificio Atalaya de Barcelona.

    Precisamente, Carmen Badia había vivido de alquiler en ese apartamento, propiedad de un abogado que la asesoraba en gestiones económicas, y cuando ocurrió el crimen tenía su residencia en el piso 18-J del mismo bloque, que pertenecía a la psicóloga Anna Permanyer.

    En el juicio que se ha iniciado hoy, Badia ha roto el silencio que mantuvo durante la instrucción de la causa y ha negado que provocara el incendio del apartamento 11-E, que los bomberos lograron sofocar en apenas media hora tras romper la puerta de entrada dado que estaba cerrada con llave.

    La acusada, que ha insistido en que no conservaba ninguna llave de ese apartamento, ha argumentado ante el tribunal que sería "necio" por su parte haber provocado el incendio, teniendo en cuenta que en esos momentos ella estaba siendo investigada por la policía y que el fuego no haría más que llamar su atención.

    Como coartada, la homicida de Permanyer ha asegurado que a la hora que ocurrió el incendio había quedado para ir de compras y para almorzar con una amiga que celebraba su santo el 15 de octubre, día de Santa Teresa.

    Para contrastar la coartada de Carmen Badia, el Fiscalía había citado a declarar al que fuera su abogado y propietario del piso incendiado, pero éste no ha comparecido como testigo, por lo que el tribunal le ha impuesto una sanción de 200 euros y le ha emplazado a acudir a la sesión de mañana, con las advertencias legales correspondientes.

    De todas formas, el conserje del edificio Atalaya, que ha declarado como testigo, ha negado que Carmen Badia le entregara una de las llaves del piso 11-E cuando abandonó la vivienda, lo que le impidió abrir la puerta para facilitar la entrada de los bomberos cuando se declaró el fuego.

    Ha añadido más intriga sobre el paradero de las llaves la empleada doméstica que se encargaba de la limpieza del piso incendiado y también del de la acusada, que ha explicado que a mediados del mes de octubre le robaron la mochila con todos los juegos que tenía para entrar en las casas donde trabajaba.

    En el juicio, que concluirá mañana, han declarado también dos de los bomberos que participaron en las tareas de extinción del incendio, que han corroborado que el fuego se inició en dos focos distintos, lo que apunta a que fue provocado. EFE.