Un protocolo busca reducir un 50% la interrupción del tren en caso de atropello
El presidente del TSJC, Miguel Ángel Gimeno, el conseller de Interior, Felip Puig, y el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), Enric Ticó, han rubricado hoy este protocolo de actuación, que oficializa la posibilidad de que los Mossos d'Esquadra puedan levantar el cadáver directamente sin esperar a la llegada del juez, aunque con la previa autorización judicial.
Los atropellos ferroviarios mortales, ya sean por suicidios, homicidios o accidentes, son una de las principales causas de retrasos en los Ferrocarrils de la Generalitat, ya que de media la vía afectada se tiene que cortar unos 40 minutos, lo que repercute en la mayoría de líneas del servicio.
En los últimos cinco años, en las líneas de los Ferrocarrils ha habido veinte casos de atropellos, según datos facilitados hoy por Ticó, que ha destacado que con este nuevo sistema pretenden que la demora se reduzca a la mitad y pase a ser de unos veinte minutos.
Pese a que en muchos casos ya se venía haciendo así, el protocolo firmado hoy delimita, clarifica y oficializa las funciones que corresponden a cada responsable en un caso de atropello, de forma que el conductor avisará a su sala de mando, que comunicará el suceso a los Mossos d'Esquadra.
Los Mossos se desplazarán lo antes posible al lugar del atropello y avisarán al juez de la situación.
A partir de la descripción de los agentes, el juez podrá autorizarles a retirar el cadáver de la vía, para que así se pueda retomar la circulación ferroviaria lo antes posible, con lo que los Mossos no tendrán que esperar ni la llegada del médico forense ni del responsable judicial.
El conseller Puig ha admitido no obstante que la autoridad judicial será la que tendrá la última palabra, por lo que en función de la valoración a distancia que haga de la situación podrá decidir personarse en el lugar de los hechos para proceder al levantamiento del cadáver.
Enric Ticó ha sido muy gráfico y ha asegurado que, más allá del respeto que siente por las víctimas, su función es "pensar en los vivos" y tratar de minimizar los efectos que supone para los pasajeros la interrupción del servicio ferroviario.
De hecho, Ticó ha destacado que el índice de puntualidad de Ferrocarrils de la Generalitat fue el pasado año del 99,59% y que el principal problema que origina retrasos son los atropellos mortales.
Como ejemplo, ha señalado que por los túneles de Provença pasan cada hora 32 trenes con entre 20.000 y 30.000 personas, que sufren retrasos importantes en casos de atropello.
Tanto Puig como Gimeno han destacado además que ahora están en negociaciones con Renfe y con TMB para que también se puedan firmar acuerdos parecidos con el servicio de Rodalies y con el Metro de Barcelona.
De hecho, con Renfe rige un "marco de referencia ancestral" para actuar en este tipo de situaciones, según Puig, por lo que ahora están intentando buscar un acuerdo para firmar un protocolo parecido al de Ferrocarrils, habida cuenta de que la red de cercanías de Renfe es la que concentra la mayor parte de viajeros y de atropellos.