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El juez suspende el juicio por falta de pruebas contra el acusado del crimen de la Teixeta



    Tarragona, 27 abr (EFE).- El magistrado de la Sección Cuarta de la Audiencia de Tarragona ha decidido hoy suspender el juicio por el crimen de la Teixeta y ha disuelto el jurado popular, ante la falta de pruebas incriminatorias contra el acusado, José Antonio J.P., informan fuentes judiciales.

    Esta es la segunda disolución de un tribunal popular en la Audiencia de Tarragona en sólo dos meses, ya que sucedió lo mismo con el caso del crimen del Coco Maluco de Reus.

    El juez considera que durante el juicio por el crimen de la Teixeta, que empezó el pasado lunes, no se ha probado que el acusado tuviera alguna implicación en el asesinato, el 23 de enero del 2004, de Ángel Córdoba. cuya muerte desencadenó una serie de actos de venganza que se saldaron con tres muertes más, de Oscar García, Juan Carmona y Luis Rodríguez.

    Por lo tanto, el acusado será absuelto de los delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas y proposición de robo con fuerza, por los cuales se enfrentaba a penas de casi 23 años de prisión.

    Juan Antonio J.P., conocido con el alias de 'El Chato', ya advirtió en el juicio que cuando saliera a la calle, seguramente intentarán matarle.

    Las contradicciones entre el único condenado, hasta ahora, por el crimen de la Teixteta, Pedro Rodríguez, y 'El Chato', marcaron el pasado lunes la primera sesión del juicio.

    Pedro Rodríguez fue condenado a 19 años por el asesinato de Ángel Córdoba el 23 de enero de 2004, un caso que volvió esta semana a los tribunales ocho años después del asesinato, ocurrido en el collado de la Teixeta, en Duesaigües (Tarragona).

    Ángel Córdoba fue hallado tiroteado y con la cabeza destrozada con una piedra y su muerte desencadenó una serie de actos de venganza que se saldaron con tres muertes más, de Oscar García, Juan Carmona y Luis Rodríguez, hermano del primer testigo de hoy.

    Rodríguez, que declaró el lunes por vídeoconferencia desde la prisión de Figueres (Girona), afirmó que fue a casa de José Antonio J.P., fugado en 2004 y detenido recientemente como uno de los presuntos autores de la muerte de Córdoba, a pedirle un arma para Oscar García y que, cubierta con un trapo, le dieron lo que parecía ser "un arma corta" que podía ser "de fogueo".

    Sin embargo, en declaraciones anteriores Pedro Rodríguez había asegurado que en ningún momento había ido a casa del acusado a buscar el arma y que éste no le había dado nada.

    Por el contrario, 'el Chato', un gitano de Reus, aseguró que Rodríguez fue a su casa a pedirle un arma, pero no especificó si se la entregó porque "hacía poco que había salido de prisión y no quería follones".

    Pedro Rodríguez declaró también que conocía a Ángel Córdoba, quien le debía 3.000 euros por un negocio de bungalós, y que le acompañó al collado de la Teixeta.

    Al citado lugar, añadió, llegó un Golf negro con tres hombres que discutieron con el fallecido, oyó un disparo y se marchó, pero no pudo reconocer a ninguno de esos tres hombres, aunque en la fase de instrucción admitió que uno de ellos era Óscar García.

    El único condenado por este crimen también cambió el lunes su declaración inicial al señalar que tampoco podía asegurar que el Golf negro fuera de Oscar García, y atribuyó esa discusión al transporte de dos kilos de cocaína desde Falset (Tarragona) hasta Barcelona.

    Igualmente, dijo que esa noche se fue a su casa, discutió con su novia y se fue de copas a un pub de Salou, pero no vio 'al Chato' ni a Juan Carmona.

    Sin embargo, 'el Chato' declaró que esa noche fue a cenar con su mujer y con Juan Carmona y su esposa, que llamó a Pedro Rodríguez desde su teléfono fijo hacia las 22.30 o las 23.00 horas y le dijo que "estaba haciendo un pase de droga" y le vio "hacia la una de la madrugada en la terraza de un bar de Salou".

    El acusado aseveró asimismo que antes de su detención tuvo que huir "por miedo", por lo que se marchó a Gandía con su mujer y sus tres hijos, después de que intentaran asesinarle en la puerta de su casa, en un atentado que casi le costó la vida a su hermano.

    "Me intentarán matar seguramente cuando salga de aquí", dijo 'el Chato', que pidió que "respetasen su inocencia" y definió a los familiares de Córdoba como "mafiosos sin escrúpulos".

    El fiscal pedía para José Antonio J.P. 20 años de prisión por un delito de asesinato, dos años más por tenencia ilícita de armas, nueve meses por proposición de robo con fuerza y el pago de 120.000 euros a los familiares de la víctima.

    El asesinato de Córdoba y la serie de atentados posteriores contra los sospechosos de haberle matado causaron entonces una gran conmoción social, ya que los crímenes se produjeron a plena luz del día y en sitios céntricos.