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Aparece muerto un sospechoso de robo de bebés de desaparecidos en Argentina
El cadáver del teniente coronel retirado Paul Navone fue encontrado en la localidad de Ascochinga (700 km al noroeste), provincia de Córdoba, donde residía, el mismo día en que debía presentarse ante un juez federal para declarar como imputado por el robo de hijos de desaparecidos.
El cuerpo apareció en el parque de un hotel que la Fuerza Aérea Argentina posee en esa localidad turística. Navone, de 65 años, tenía su casa en el lugar, y explotaba un restaurante y un pequeño hotel.
La policía informó que en principio el cuadro en que se hizo el hallazgo sugiere un suicidio, porque junto al cuerpo se encontró una pistola, pero se dispuso una autopsia y otros peritajes para investigar la hipótesis de asesinato.
Navone debía declarar el lunes en el juzgado federal de Paraná (500 km al norte), imputado por la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos Valenzuela-Negro, que nacieron en 1978 en el Hospital Militar de esa ciudad, cuyo destino aún no fue dilucidado y cuyos padres siguen desaparecidos.
El 10 de diciembre pasado el prefecto Héctor Febres, que estaba preso y era juzgado por el robo de bebés durante el gobierno dictatorial, fue hallado muerto en su lugar de detención, pocos días antes de recibir sentencia.
La autopsia determinó que falleció por ingerir cianuro, por lo que la justicia investiga si fue asesinado para silenciarlo.
Los organismos de derechos humanos calculan que en la dictadura hubo 30.000 desparecidos, incluidos unos 500 niños secuestrados con sus padres o nacidos en centros clandestinos de detención, a quienes se cambió la identidad.
Las Abuelas de Plaza de Mayo han identificado hasta el momento a 88 de esos niños.
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