Fiscal dice que un reo en Guantánamo recibió revista vinculada a Al Qaeda
Durante una audiencia preliminar en el juicio contra el saudí Abdl al-Rahim al-Nashiri, la comandante Andrea Lockhart hizo esa revelación ante un juez militar, aunque no precisó cómo o cuándo es que descubrió el ejemplar, una edición en inglés de la revista "Inspire".
Al-Nashiri está acusado de orquestar el atentado contra el portaaviones USS Cole en 2000, en el que fallecieron 17 estadounidenses.
Al parecer, la revista fue producida por AQAP, un grupo afiliado a Al Qaida en Yemen, con la colaboración de Samir Khan, miembro de la organización terrorista y de nacionalidad estadounidense. Khan falleció en un ataque en septiembre pasado y desde entonces no han surgido nuevos ejemplares de "Inspire".
Lockhart no alegó que el ejemplar de la revista hallada en Guantánamo perteneciese a al-Nashiri, pero puso el caso como ejemplo al destacar las políticas que regían hasta el mes pasado la revisión de correos entre los presuntos terroristas alojados en Guantánamo y sus abogados.
"La normas de revisión (anteriores) no estaban funcionando. Y había material que estaba entrando, como la revista Inspire que no debería estar dentro", indicó Lockhart en la audiencia de hoy.
El pasado 27 de diciembre, el contraalmirante David Woods, comandante de la base, modificó las normas para vigilar el correo que llega a los reos, incluyendo la correspondencia legal.
El jefe del equipo de fiscales en el juicio a Al Nashiri, el general de brigada del Ejército, Mark Martins, confirmó el hallazgo de la publicación en inglés, en la que se enseña a fabricar bombas y recordó que está orientada a "inspirar" a terroristas.
El abogado civil de Al Nashiri, Richard Kammen, negó que su cliente haya sido el que recibió la revista.
Al Nashiri figura entre los 171 presos que permanecen en la prisión de Guantánamo, abierta hace una década para recibir a presuntos terroristas capturados por EE.UU.
Durante dos días, fiscales y defensa han discutido cuál es la mejor manera de que se revise la correspondencia entre abogados y sus clientes, que debe ser confidencial y que desde diciembre, según las órdenes de Woods, se revisa para confirmar su contenido. EFE