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Condenado a 3 años el hombre que metió en su coche a una menor en Carabanchel



    Madrid, 10 dic (EFE).- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a tres años y tres meses de cárcel al hombre que el pasado mes de junio introdujo en su coche a una adolescente de 15 años cuando ella salía de su colegio en el barrio de Carabanchel de la capital, y a la que finalmente dejó marchar.

    En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, los magistrados de la sección tercera han prohibido también que el condenado, Ángel E.G., de 42 años, pueda acercarse la víctima en los próximos siete años, y han fijado que la indemnice con 4.000 euros.

    El tribunal ha considerado que el acusado, nacido en Ciudad Real, es autor de un delito de detención ilegal pero de tipo atenuado porque la privación de libertad de la menor tuvo lugar en un corto espacio de tiempo y permitió que la víctima abandonara el vehículo.

    Los hechos decretados como probados por los jueces se remontan a primera hora de la tarde del 10 de junio de este año, cuando el procesado preguntó a la menor, que andaba por la calle de Baleares, sobre una dirección y la agarró de un brazo para introducirla en el vehículo.

    Mientras le daba "golpecitos" en la rodilla, el acusado le iba preguntando: "¿cuántos años tienes?", "¿eres latina?", "¿te gustaría tener un novio mayor de edad?".

    Momentos después, cuando el coche se detuvo en un semáforo, un amigo de la víctima se acercó al vehículo para preguntarla qué hacía allí, pese a lo que el procesado siguió la marcha hasta que ella le pidió llorando que le dejara irse y él se lo permitió.

    El acusado fue detenido siete días después y permanecía desde entonces en prisión provisional.

    En el juicio, celebrado el pasado octubre, Ángel E.G. alegó que hizo "un favor" a la menor porque fue ella quien le pidió ayuda y se montó voluntariamente en su coche al ser perseguida por su novio.

    Sin embargo, el tribunal ha considerado probado el relato que hizo la menor en la vista ya que de no haber ocurrido como ella aseguró, la madre de la joven no hubiera tenido "ningún motivo" para llamar a la policía y denunciar unos hechos inciertos.