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Dos acusadas niegan formar parte de Bateragune y que ETA dirigiera su debate
Así lo han manifestado la extesorera del PCTV-EHAK Sonia Jacinto -en prisión provisional por esta causa- y Amaia Esnal -en libertad bajo fianza de 10.000 euros- en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional y en el que también están acusados el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, el exsecretario general de LAB Rafa Díez Usabiaga y otros cuatro dirigentes abertzales.
Jacinto, que fue juzgada y resultó absuelta en la causa contra las organizaciones terroristas Jarrai-Haika-Segi, ha explicado que decidió unirse a Otegi cuando éste salió de prisión en agosto de 2008 para ayudarle a "relacionarse con gente de diferentes características" que les apoyaran en su nueva estrategia pacífica y democrática.
"Empezó de manera informal, de cero. No seguimos ninguna pauta y lo hacíamos un poco sobre la marcha", ha recordado Jacinto a preguntas de su abogado Kepa Landa, al que ha contado que se reunía con Otegi y con el también acusado Arkaitz Rodríguez "en cualquier sitio", como la sede del sindicato LAB en San Sebastián, donde les arrestaron el 13 de octubre de 2009.
Según ha subrayado la acusada, este grupo de debate y reflexión "de ninguna manera" se desarrollaba clandestinamente, además de insistir en que ETA no lo dirigía ni tampoco Batasuna, Segi o Ekin.
Por su parte, Esnal ha negado cualquier tipo de pertenencia a Bateragune o a algún grupo que coordinara la izquierda abertzale y ha asegurado que sólo forma parte de la asociación de familiares de presos vascos, Etxerat, desde "no se diseña ninguna estrategia política".
El fiscal pide para cada una de las acusadas 10 años de cárcel por un delito de integración terrorista, mientras que la acusación popular, ejercida por la asociación Voces contra el Terrorismo Verde Esperanza, reclama 14 años de prisión para cada una.