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Cristina Sánchez: "La legislación impulsa en la cadena de suministro la sostenibilidad de la pyme"

  • Directora ejecutiva del Pacto Mundial Red España
  • Ocho de cada diez pymes del Pacto han implementado una política anticorrupción
Foto: DGS

Xavier Gil Pecharromán

El próximo 25 de septiembre se celebra el octavo aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la aprobación de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que han marcado un antes y un después. Hablamos sobre ello con la responsable para España del Pacto Mundial de la ONU.

España está entre los países de cabeza del cumplimiento de la Agenda 2030 ¿Es mérito propio o demerito de los que llevan retraso?

Creo que el mérito es de los agentes que la están impulsando de una forma seria y ordenada. En el sector empresarial se ha avanzado bastante, aunque hay diferencias entre sectores y tipo de empresas. Y en Europa hay países como los centroeuropeos que están avanzando mucho. Pero en España hay muchas legislaciones que están haciendo que la empresa avance en sus estrategias empresariales.

Con respecto al demérito de los demás, hay que estar a la regla de las tres C: conflictos internacionales, crisis climática y la crisis del Covid, que ahora se ha convertido en una crisis económica. Estas tres crisis han impactado en la implementación de la Agenda 2030 en algunas áreas.

¿El gran reto mundial es la financiación?

Las necesidades de financiación han aumentado en estos últimos años. A día de hoy, las necesidades de financiación para cumplir la Agenda, según la Ocde, estaría en el entorno de los 4,2 billones de dólares, pero si analizamos que activos financieros se necesitarían para cumplir con la Agenda, veríamos que están en torno al 1%.

Desde Naciones Unidas se está impulsando mucho la parte de la financiación a través de las finanzas sostenibles. Lo que está claro es que la financiación pública no es suficiente y no podemos esperar a que los Gobiernos cubran esa financiación necesaria. Por ello, se puede comprobar la necesidad de la intervención empresarial para lograr alcanzar estos grandes retos.

¿Qué aportación está haciendo la tecnología a este movimiento?

Las nuevas tecnologías son fundamentales para encontrar soluciones y ya está hablando, por fin, de ello. Según nuestros datos, más de la mitad de las empresas españolas aún no disponen de tecnologías que impacten de manera positiva en la sostenibilidad y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Esto no quiere decir que no se estén dotando de ella, sino que aún no se entrado en la fase de medición de los efectos. En tecnología, destaca el sector tecnológico, como es de esperar, el agroalimentario y el de la construcción.

El problema es que sería necesario que este esfuerzo fuese más transversal para lograr un efecto sistémico de la transformación a la digitalización. Nuestras empresas asociadas nos transmiten que están utilizando la tecnología, sobre todo para la recogida de datos en tiempo real, los softwares internos están enfocados a la sostenibilidad y el análisis de la recolección de datos entre otros muchos asuntos, de interés para su actividad.

¿Son lucha contra el hambre y las energías renovables son 'talones de Aquiles' del cumplimiento de los ODS en España?

Sobre todo la parte destinada a combatir el hambre. Los ODS 1 y 2, lucha contra el hambre y la pobreza son un desafío muy grande en el cumplimiento de la Agenda aquí en España. Si ha habido un retroceso en el cumplimiento de objetivos con las crisis de las tres Ces, ha sido en el hambre.

El aumento de los precios ha afectado no solo a España sino a un buen número de países. Las cifras que manejamos nos dicen que uno de cada tres personas carece de acceso a la alimentación adecuada a nivel mundial.

En renovables la cosa va mejor, gracias a las normativas introducidas esta actividad crece a mejor ritmo que lo estaba haciendo. Es el caso de las políticas de transparencia empresarial, que han pasado del 74% al 83% en el caso del Ibex35 y se sitúan en el 87% para las entidades asociadas a nuestra iniciativa.

En los últimos cuatro años ha habido un crecimiento considerable en el número de empresas que han aportado información sobre beneficios obtenidos e impuestos pagados, prueba de la transparencia y la gobernanza transformadora que se produce en España.

En el área de normas laborales, la conciliación y la apuesta por el bienestar de la plantilla son tendencias asentadas desde el estallido de la pandemia, con más del 75% de las compañías que cuentan con estas políticas y con programas para promover la salud y el bienestar para sus trabajadores. Indicadores que escalan hasta el 100% y el 97% en el caso del Ibex 35.

Y si hablamos de medio ambiente, crece el compromiso de las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial en España con la reducción de emisiones de CO2, que aumenta de un 67% a un 75%. Un dato en el que no se aprecian diferencias significativas entre grandes y pymes y que recorta distancias con las empresas del Ibex35, en un 86%.

¿Hace unos poquitos años solo las grandes empresas se planteaban estas metas. Cómo está ahora la pyme?

Creo que hay un gran número de pymes que están sobreviviendo sin más y no pueden estar centradas en otras cosas. Pero sí que vemos una evolución. De hecho, más del 50% de nuestras 12.500 empresas que tenemos en el Pacto en España son pymes.

Las normativas están haciendo de palanca en las cadenas de suministro, aunque a las pymes no les afectan directamente, pues solo regulan a las grandes empresas. Un asunto importante es que se ha comenzado el debate sobre los beneficios de la sostenibilidad y eso anima a las empresas a incluirlas en sus estrategias.

Así, ocho de cada diez pymes del Pacto Mundial han implementado una política anticorrupción. También es muy destacable entre nuestras empresas adheridas que el 75% de las pymes ya establece compromisos de reducción de emisiones y un 89% ha integrado la igualdad de género en sus estrategias corporativas. Estos avances son muy importantes.