Latinoamérica
Ike golpea de nuevo La Habana tras dejar cuatro muertos en Cuba
El ojo del huracán Ike impactó de nuevo contra Cuba y, según los pronósticos, cruzará la isla para salir finalmente a las aguas del Golfo de México, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Al menos cuatro personas murieron este lunes en Cuba como consecuencia de las fuertes lluvias provocadas por el huracán que dejó un rastro de destrucción a su paso por la mitad oriental de la isla y amenaza con azotar la provincias occidentales de camino al Golfo de México.
Ike establecerá "un nuevo récord" meteorológico para Cuba, pues sólo lo separan 10 días del curso de Gustav, el destructor huracán categoría cuatro que el 30 de agosto demolió todo a su paso.
Ike, que mató a 66 personas en Haití, avanza por la costa suroccidental de Cuba con vientos de 130 km/h, categoría uno (de un máximo de 5) según el Instituto de Meteorología.
Cientos de miles de evacuados
Antes de entrar a las aguas del Golfo de México la tarde del martes, Ike golpea el occidente cubano y sólo en la capital -de 2,2 millones de habitantes- unas 170.000 personas fueron evacuadas, miles de La Habana Vieja ante el peligro de derrumbes.
Sacudida desde la madrugada por las ráfagas de Ike, Ciudad de La Habana está paralizada, sin actividad laboral, sin tránsito, sin comercio y en algunas zonas sin electricidad. El gas y la energía se mantendrán hasta que se pueda, advirtió Luis Carlos Góngora, una alta autoridad de la capital.
A las 06H00 GMT, el ojo de Ike -que se espera produzca de 6 a 12 mm de lluvias sobre Cuba- se ubicaba a 150 km al sureste de La Habana, según el estadounidense Centro Nacional de Huracanes, que advirtió que el ciclón puede cobrar mayor fuerza cuando se penetre al Golfo de México.
En máxima alerta
Toda Cuba está bajo alerta máxima, con más de dos millones en albergues y casas de familiares en zonas seguras, mientras brigadas de salvamento se mantienen alerta para socorrer a los damnificados.
A pesar de su sistema de prevención de catástrofes reconocido internacionalmente, Cuba reporta cuatro muertos, según un balance preliminar, pero en su travesía de oriente a oeste arrasó con casas, almacenes, edificios vulnerables, árboles, cultivos y postes de electricidad. "Sigue siendo muy peligroso por las lluvias y vientos" que descargará el martes en el occidente, sobre Ciudad de La Habana y las provincias de Matanzas, La Habana y Pinar del Río, advirtió el meteorólogo José Rubiera.
En Pinar del Río unas 79.000 personas fueron evacuadas y otros miles en la Isla de la Juventud. Surcadas por el huracán Gustav hace diez días, esas regiones estaban abocadas a las tareas de recuperación cuando debieron volver a resguardarse ante Ike.
En la región oriental, Holguín -por donde entró el ojo del huracán a Cuba el domingo-, Las Tunas y Camagüey fueron las provincias más asoladas por Ike. "Los daños son grandes en viviendas y agricultura", señaló José Betancourt, de la Defensa Civil.
"Hay grandes daños en infraestructura, en edificios, almacenes, casas, árboles arrancados de raíz. Esto es muy difícil", dijo Julio García, presidente del Consejo de Defensa provincial de Camagüey, en cuya ciudad capital el agua llegó a cinco metros de altura.
El presidente Raúl Castro se reunió el lunes con el Estado Mayor del Consejo de Defensa Civil -dirigentes del Partido Comunista- e impartió instrucciones. El y su hermano, el líder Fidel Castro, siguen "minuto a minuto" el avance del huracán, dijo la televisión.
El peligro del Golfo de México
Un aviso de tormenta tropical está vigente para los cayos del sur de la Florida y la turística ciudad de Key West, en el extremo sur estadounidense, pero la mayor amenaza se centra sobre los yacimientos petroleros del Golfo de México. El grupo petrolero anglo-holandés Shell inició la evacuación de plataformas off-shore en el Golfo, el estadounidense ExxonMobil evalúa la situación, y el francés Total regresará a tierra su personal el miércoles.
Ike azota la zona una semana después del golpe devastador de Gustav, que dejó un centenar de muertos en el Caribe y Estados Unidos, la mayoría en Haití, donde otros 500 murieron en el reciente paso de Hanna y Fay.
Cuba no reportaba muertos por el paso de un ciclón desde que en julio de 2005 el huracán Dennis dejó 16 víctimas mortales, convirtiéndose en el más mortífero de la isla en cuatro décadas.