Internacional
Dimite en bloque el Gobierno holandés de Mark Rutte, el azote de los frugales, por el escándalo en la gestión de las ayudas para el cuidado de los hijos
- La disolución se produce a escasas semanas de las elecciones de marzo
elEconomista.es
El gobierno del primer ministro holandés Mark Rutte renuncia en bloque después de que un informe parlamentario le culpara de la mala gestión de subsidios para el cuidado de niños que llevó a miles de familias inmigrantes a la ruina.
El informe publicado a finales de 2020 en el que se detalla cómo la Administración acosó a las familias para que devolvieran las prestaciones otorgadas para el cuidado de los hijos. Rutte ha decidido disolver el Gobierno a escasas semanas de las elecciones de marzo.
El texto que ha destapado estas prácticas revela que las agencias gubernamentales acusaron a 20.000 padres de fraude ante los tribunales y los obligaron a devolver las prestaciones que habían recibido por sus hijos, unos subsidios que se les había otorgado conforme a la ley. No obstante, en muchos casos el fraude alegado por la Administración se limitaba a algunos papeles incompletos, mientras que en otros las familias recibieron más dinero del que, a priori, les correspondería debido a las fluctuaciones de sus ingresos.
A pesar de que aparentemente el fraude del que se le acusaba no fue causado por ellas mismas, a las familias se les exigió devolver el dinero, mientras que muchas de ellas, de bajos ingresos, ya se lo habían gastado, lo que las dejaba al borde de la quiebra y las obligó a pedir préstamos para poder hacer frente a los pagos.
Además, el informe también reflejaba que 11.000 familias habían sido sometidas a controles adicionales porque tenían una segunda nacionalidad, lo que va en contra de la prohibición de discriminación de la Constitución holandesa, según recoge el canal de noticias Dutch News.
Desde que se destapara el caso, el Gobierno ha pedido disculpas y ha ofrecido una indemnización de unos 30.000 euros por familia, sin embargo la oposición y las víctimas han pedido al Gobierno su renuncia.
A tan solo dos meses de las elecciones legislativas, el gabinete dirigido por el liberal Mark Rutte asumió la responsabilidad política por lo ocurrido, considerado por la prensa el mayor escándalo político y administrativo de las legislaturas de Rutte, al frente de sucesivos gobiernos desde 2010.
El Ejecutivo permanecerá como gobierno interino hasta los comicios del 17 de marzo, lo que le permitirá seguir gestionando la pandemia y aplicando las restricciones necesarias como parte del actual confinamiento, que mantiene cerrada toda la actividad no esencial hasta al menos el 9 de febrero.
En principio, la dimisión no debería afectar a las expectativas electorales de Rutte, ya que lidera con mucha ventaja las encuestas de intención de voto de los próximos comicios como líder del conservador Partido Popular para la Libertad y la Democracia.