Internacional
Las negociaciones del Brexit se atascan con Irlanda del Norte y el acuerdo sigue sin cerrarse
- Barnier retrasa el encuentro previsto que iba a tener con los embajadores
- Johnson celebra un consejo de ministros extraordinario antes de lo previsto
- La libra sufre una fuerte volatilidad y recorta las pérdidas iniciales
Víctor Ventura
Las negociaciones para un acuerdo in extremis entre Reino Unido y la Unión Europea se atascaron tras un día de avances. De nuevo, Irlanda del Norte sigue siendo el principal obstáculo. El DUP, el partido unionista norirlandés, cuyos votos son imprescindibles para aprobar cualquier pacto, tiene la llave para que finalmente salgan adelante las negociaciones antes de la cumbre europea, pero desde ayer los unionistas ya advirtieron que sus cesiones serían mínimas. Desde Downing Street aseguraron a la BBC que no habrá acuerdo este miércoles.
Las negociaciones del martes se habían alargado hasta entrada la madrugada, y el intento de llevarlas a buen puerto antes del Consejo Europeo del jueves ha chocado con la oposición del DUP. Las últimas propuestas de Johnson han desbloqueado las conversaciones entre Londres y Bruselas, que están ya casi completas a la espera de cerrar el capítulo sobre la recaudación del IVA en la provincia británica en Irlanda. Pero su éxito depende de la capacidad de convencimiento de Johnson sobre sus aliados norirlandeses, que se reunirán con él en Downing Street por la noche para intentar llegar a un acuerdo. Antes, el negociador jefe europeo, Michel Barnier, se reunió con los embajadores de los 27 para anunciarles que esos dos obstáculos hacía imposible terminar el pacto por el momento.
Johnson celebró durante la tarde un breve consejo de ministros que originalmente estaba previsto celebrar después de que Barnier le diera la luz verde. El encuentro duró apenas 45 minutos y a la salida, los rostros de los participantes eran de seriedad. La conclusión es que no hay nada que ratificar todavía, y el Gobierno británico necesita seguir deliberando aún antes de hacer un nuevo movimiento. Para el ex fiscal general británico, Dominic Grieve, de visita hoy en Bruselas junto a un grupo de diputados, "está claro que no habrá un acuerdo completo esta semana".
Sin embargo, poco después, la esperanza de un acuerdo se disparó porque en Bruselas parecía reinar ya el optimismo: el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que "creemos que estamos terminando un acuerdo, y espero que podamos firmarlo mañana". La canciller alemana, Angela Merkel, confirmó que "las noticias podrían ser peores". Y para el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, "las bases fundamentales" del acuerdo "ya están listas", aunque en las últimas horas "han aparecido dudas" en el lado británico.
El problema de Irlanda
El quid de la cuestión sigue estando en el DUP, cuya existencia se basa en mantener atada a Irlanda del Norte a Gran Bretaña en igualdad de condiciones. Este acuerdo obligaría a este partido a aceptar que la provincia aplique las leyes europeas y a asumir una frontera aduanera entre ella y el resto del país, una línea roja inaceptable para ellos. La líder del DUP, Arlene Foster, dijo que "persisten las brechas y se requiere más trabajo". Y Sammy Wilson, diputado en Londres, ha recordado que su partido no apoyará ninguna frontera interna británica.
Las expectativas se dispararon anoche con el rumor de que el DUP aceptaría la fórmula de Johnson para la frontera en Irlanda del Norte a cambio de inversiones millonarias. Wilson ha asegurado que "el problema no es de dinero, si la unión se debilita ninguna cantidad nos hará aceptar un acuerdo". Otorgar luz verde sería considerado una traición para sus votantes.
La libra está sometida a una fuerte volatilidad a la falta de conocer detalles y tras la subida del 1,5% registrada ayer. La divisa ha cotizado con caídas del 0,8% a primera hora con el riesgo de negativa por parte de la DUP y por la tarde caía un 0,2%. Ha sido con la declaración de Macron cuando la sterling se dió definitivamente la vuelta subiendo hasta un 0,8%.
¿Aprobación en Londres?
Por lo menos Johnson parece que comienza a tener atados los apoyos de los brexiteros. El lider de los 'brexiters', Steve Baker, fue ayer a Downing Street advirtiendo de que están dispuestos a "votar por un acuerdo tolerable, pero no uno intolerable". A la salida, explicó que habían tenido "conversaciones francas" (es decir, duras) "para identificar los objetivos básicos" del acuerdo y que "es posible llegar a un acuerdo tolerable para que podamos votar a favor".
Sin embargo, incluso aunque cierre el acuerdo con Bruselas y tenga el apoyo de los 'brexiters' y de los norirlandeses, Johnson se enfrenta a un nuevo problema: ya no tiene mayoría absoluta. Tras echar de su partido a una veintena de diputados por negarse a aceptar la posibilidad del Brexit duro, Johnson necesita convencerles ahora de que acepten su acuerdo. Y, además, necesita buscar a diputados laboristas tránsfugas que reemplacen a los dos 'tories' que se han pasado al Partido Liberal-Demócrata y al que ha perdido su escaño durante el verano.
Y no se lo van a poner fácil. Las primeras consultas sugieren que solo 6 de los 20 ex-'tories' estarían dispuestos a aceptar el pacto de Johnson sin condiciones. El resto, junto a la práctica totalidad de los laboristas, exigirían un segundo referéndum como parte imprescindible de cualquier acuerdo. De hecho, el laborista Hilary Benn advirtió de que intentarán imponer la celebración de otro plebiscito esta misma semana, haya o no acuerdo.
A la vez, se le termina el tiempo al premier para su principal promesa. Antes del próximo sábado el Parlamento británico tiene que aprobar un acuerdo para que sea firmado antes del 31 de octubre con la Unión Europea o solicitar formalmente una extensión, tal como obliga la ley y ha confirmado el ministro del Brexit, Stephen Barclay. La segunda opción supone traicionar sus propias palabras tras jurar que no habría más retrasos.