Innovación Oncológica
Afrontar una pandemia cuando tu sistema inmune está debilitado
- La situación actual ha provocado en muchos casos ansiedad y depresión
- El 45% de los gastos derivados de la enfermedad los afrontan las familias
Isabel M. Gaspar
El coronavirus ha paralizado muchos aspectos de la vida tal y como la conocemos. No obstante, en el ámbito de la salud las enfermedades no se han parado y con la llegada de este virus se han agravado.
Es el caso del cáncer. Afrontar una pandemia con un sistema inmune debilitado ha provocado un estrés añadido a las personas que están atravesando la enfermedad, además de que muchos procedimientos se han visto detenidos ante los riesgos de mayores complicaciones.
El Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer realizó una encuesta entre más de 2.200 pacientes para conocer cómo les estaba afectando el coronavirus emocionalmente. En este sentido, más de un tercio manifestó que el confinamiento le ha provocado ansiedad y depresión.
Uno de las principales preocupaciones que se desprenden de esta encuesta es el retraso en las pruebas que ha provocado la pandemia. No es para menos teniendo en cuenta que cuanto más tarde se diagnostica y trata, peor es el pronóstico del paciente. Según el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), en esta patología un retraso de 6 meses en una cirugía provocaría una reducción de supervivencia estimada del 27% en fases precoces del tumor y de hasta el 33,7% en fases avanzadas.
Bartomeu Massuti, secretario del GECP y jefe de Oncología del Hospital General de Alicante, indicaba el mes pasado que "a nivel europeo se ha constatado una reducción de aproximadamente el 20%-25% en la detección de nuevos casos de cáncer, bien por el miedo de los pacientes a visitar los servicios sanitarios, bien por la paralización de algunas áreas de salud por la pandemia, lo que puede provocar que diagnostiquemos casos en estadios más avanzados a partir de ahora", detalla.
Es más, según los resultados de una encuesta impulsada por la farmacéutica suiza Roche (entre el 26 de marzo y el 2 de abril) con la participación de 350 oncólogos y hematólogos de Estados Unidos, Canadá y Europa, entre ellos 42 españoles, el 92% de los especialistas se vieron obligados a posponer o cancelar consultas debido a la pandemia. "La resistencia o el miedo inicial se ha ido disipando al comprobar el paciente todas las medidas que se han instaurado para alcanzar el objetivo de volver a nuestros centros con toda la seguridad que se requiere", explica el doctor Jesús García Foncillas, director del Instituto Oncohealth del Hospital Universitario Fundación Jiménez Día.
Por otro lado, en el seminario online "COVID-19 y cáncer: Resuelve tus dudas desde casa", organizado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) en abril, más del 60% de las preguntas estaban relacionadas con los riesgos de continuar o pausar los tratamientos oncológicos.
"Como medidas específicas se ha restringido el número de acompañantes al mínimo, las salas de espera son de uso individual, se facilita una mascarilla y se toma la temperatura a todos los pacientes y sus acompañantes. Desde el punto de vista de organización, los profesionales nos dividimos en dos equipos estancos intentando minimizar los contactos para evitar posibles contagios", indica el doctor Raymond Miralbell, director médico del Centro de Protonterapia Quirónsalud.
La sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) han expuesto que hasta ahora hay poca información de cómo afecta la infección por Covid-19 a las personas con patologías oncológicas. Eso sí, parece que hay un mayor riesgo de complicaciones en pacientes que están recibiendo quimioterapia o que han pasado por una cirugía en el mes previo a contraer el virus.
"Las precauciones que debe tomar el paciente con cáncer frente al coronavirus son las mismas que para la población general, pero con algunos matices importantes. No hay que olvidar que los pacientes inmunodeprimidos, con enfermedades crónicas debilitantes o de edad avanzada, ante cualquier enfermedad infecciosa, siempre se enfrentan a un mayor riesgo de complicaciones que el resto de la población", señala Beatriz Pérez, directora del Departamento Médico de Roche Farma España.
En este contexto, la Fundación Cris contra el Cáncer ha puesto en marcha su Fondo CRIS de Investigación COVID y Cáncer para la financiación de ensayos clínicos dirigidos a evaluar el impacto de la infección por coronavirus en los pacientes y encontrar tratamientos seguros y eficaces para combatirla.
Además del impacto en la salud, la merma del nivel económico es otro de los problemas a los que se enfrentan las personas que sufren cáncer. La población que se encuentra en situación de paro, ERTE o de pobreza ha aumentado alarmantemente, lo que dificulta afrontar los gastos derivados de la enfermedad.
Así, desde la AECC señalan que "si antes de la crisis cerca de 27.000 personas cada año entraban en una situación de extrema vulnerabilidad a raíz del diagnóstico del cáncer; ahora cabe esperar un empeoramiento de la situación. Este dato lo constata el incremento de demandas de ayudas económicas de familias con cáncer a la AECC en lo que va de crisis económica, el doble con respecto al mismo período del año anterior". Según datos del Observatorio del Cáncer AECC, el coste total del cáncer estimado en España en es 19.300 millones de euros, de los que las familias asumen el 45% (cerca de 8.700 millones).
Cae la inversión
Otra de las consecuencias del coronavirus es que la inversión para la lucha contra esta patología ha disminuido. Desde el Grupo Español de Cáncer de Pulmón alertan de que "se ha producido la tormenta perfecta, no sólo por el cierre de centros de investigación o la paralización de muchos ensayos, sino por el impacto en la financiación y la reducción de ingresos para la lucha contra el cáncer", explicaba el doctor Massuti. Por ello, desde el GECP consideran necesaria la reactivación de Plan Nacional contra el Cáncer que permita coordinar esfuerzos y evitar desigualdades.
Según los datos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la paralización de la investigación en el cáncer conllevaría que en el año 2030 falleciera en el mundo una persona cada 1,5 segundos a causa de un tumor, así como una persona en España cada 3,8 minutos.
En el informe Comprometidos con la Investigación en Cáncer, elaborado por la AECC, ASEICA y La Caixa publicado en 2018, se pone de manifiesto que España dedica a I+D 286 euros por habitante al año, un 4% menos que en 2007. Esta cifra es notablemente inferior a la de los países de referencia, y se trata del único país en que el gasto en I+D ha bajado desde el inicio de la anterior crisis. En comparativa, Alemania gasta 1.124 euros por habitante (+51%), Francia 750 euros (+22%) e Italia 356 euros (+14%).
Por otro lado, los fondos destinados por la filantropía a la investigación oncológica han aumentado un 178% y los procedentes de fondos europeos un 46%. En total, desde el año 2007 España ha destinado a investigar el cáncer, teniendo en cuenta todas las fuentes de financiación, 1.555 millones de euros. El gran reto en la lucha contra esta enfermedad es aumentar la supervivencia al 70% en 2030.
Un Plan Europeo contra el Cáncer
En el arranque del año y antes de que se pudiese incluso sospechar el alcance de la actual pandemia, la Comisión Europea presentó su programa de trabajo para el año 2020 en el que destacaba su Plan Europeo de lucha contra el Cáncer. Un proyecto que, según indicó el organismo, tendrá "la financiación necesaria".
Este plan se centrará en todas las esferas que rodean el cáncer: prevención; detección y diagnóstico precoz; acceso a un tratamiento óptimo; calidad de vida en la supervivencia; cuidados paliativos; mejores datos y e-salud. En la Unión Europa, cada año se diagnostica cáncer a 3,5 millones de personas, de las que 1,3 millones mueren a causa de esta enfermedad. Más del 40% de los cánceres pueden prevenirse. La hoja de ruta marcada es que la Comisión elaborará el plan teniendo en cuenta las ideas recibidas a través de las consultas realizadas para tal fin. Se espera que el Plan Europeo para vencer el cáncer se presente en el último trimestre de 2020.