Infraestructuras y Servicios
ACS trae la estadounidense Turner a Europa para relegar a Dragados y captar inversores
- Crea una filial en España para abordar el desarrollo de infraestructuras de nueva generación
Javier Mesones
El pasado 1 de marzo, Juan Santamaría, consejero delegado de ACS, anunció la pretensión del grupo de escalar hasta Europa la apuesta por las infraestructuras de nueva generación que tantos réditos le ha dado en los últimos años en otros mercados, especialmente en Estados Unidos. Para ello, avanzó que su buque insignia en este segmento, la norteamericana Turner Construction, daría el salto al Viejo Continente este mismo año. Recientemente, ACS ha materializado dicho movimiento con la constitución en España de la sociedad Turner Construction and Infrastructure Spain.
Con esta maniobra, ACS pretende abordar en España y en otros países de Europa las crecientes oportunidades que se vislumbran en áreas como los centros de datos, gigabaterías, semiconductores, biofarma, salud, tecnología o hidrógeno. Con la marca Turner por bandera, el grupo busca convertirse en un jugador destacado que le permita replicar los éxitos que su filial estadounidense ha logrado al otro lado del Atlántico.
El primer paso ha sido la creación de la mencionada filial en España, para la que incluso ha designado un consejo de administración integrado por los primeros espadas de Turner. En concreto, el máximo responsable de la compañía estadounidense (presidente y consejero delegado), Peter Davoren, figura como presidente de la nueva subsidiaria. Como vicepresidenta figura Christa Andresky, que ocupa el mismo cargo en la matriz, y como vocal y secretario Patrick Blake, responsable del área legal. De este modo, el grupo que preside Florentino Pérez quiere que el desarrollo de este negocio en Europa cuente desde un inicio con una implicación directa de los artífices de la positiva evolución de Turner en Estados Unidos.
Por ahora, en todo caso, los recursos asignados son limitados, según explican fuentes conocedoras, que apuntan a que la estrategia discurrirá inicialmente por tratar de sumar proyectos de la mano de Dragados, la referencia constructora de ACS en España y en otros países europeos.
En un principio, Pérez y Santamaría exploraron articular el desembarco de Turner en Europa a través de una acción orgánica acompañada de un proceso inorgánico, con la adquisición de empresas especializadas. En marzo, el consejero delegado admitió que la firma estaba "mirando tres posibles oportunidades (de compra) que hay en Europa" con el objetivo de "reforzar la capacidad electromecánica de Turner en Europa". Apenas dos meses después, enfrió esta posibilidad, si bien no se descarta que pueda ejecutar alguna operación.
El plan es que Turner vaya ganando peso en la cartera del grupo en la Unión Europea. La compañía busca impulsar la contratación con los denominados proyectos de nueva generación, pero también, y no menos importante, aprovechar la mejor valoración que el mercado hace de la marca Turner frente a otras enseñas del negocio de construcción tradicional (Dragados, Vías o Tecsa, entre otras). "Los inversores valoran a Turner a 12 veces y a Dragados a alrededor de siete", señalan fuentes del mercado. Con ello, en definitiva, ACS aspira a multiplicar su atractivo de cara a mejorar su cotización.
Ya en marzo, Santamaría hizo hincapié en el potencial de crecimiento de la plataforma de infraestructuras que está creando, de modo que incluso se atrevió a reseñar que el valor fundamental de la empresa es de 50 euros por acción. En la actualidad cotiza en el entorno de los 39 euros, por lo que el directivo atribuye un recorrido cercano al 30%. Para Santamaría, la expansión de Turner a Europa reportará "un crecimiento clarísimo de nuestro sector core", el de las infraestructuras de nueva generación. No en vano, el impulso en este nicho de su filial norteamericana ha propiciado que en 2023 el 44% de los nuevos contratos del grupo en todo el mundo se correspondan con este tipo de obras, lo que equivale a casi 20.000 millones.
La compañía estima que entre 2024 y 2030 destinará una inversión de hasta 4.000 millones para el desarrollo y operación de infraestructura en sectores de nueva generación, con una valoración estimada de 9.000 millones al final del periodo.
Por el momento, la estrategia de ACS, con una política de dividendos creciente, ya ha atraído el interés de Criteria (el brazo industrial de La Caixa), que en mayo se convirtió en el segundo accionista tras Florentino Pérez al adquirir el 9,4% del grupo constructor. Para 2024, la compañía prevé que el beneficio suba entre el 8% y el 12% y en el horizonte 2026 proyecta ganar entre 850 y 1.000 millones (780 millones en 2023).