Infraestructuras y Servicios

Así permite el 'sandwich holandés' tributar solo el 3% de los beneficios

  • Amsterdam permite mantener una doble estructura con paraísos fiscales
  • Muchas multinacionales norteamericanas usan este esquema

Javier Romera

La tributación por el impuesto de sociedades entre España y Países Bajos no supondrá, en teoría, una gran diferencia para Ferrovial tras su decisión de trasladar su sede fiscal. De hecho, mientras que en el caso español el tipo general se sitúa en el 25%, en el neerlandés se eleva hasta el 25,8%. No obstante, y bajo esas líneas generales, son muchas las ventajas fiscales que ofrece en la práctica el Gobierno de Países Bajos.

La Administración tributaria neerlandesa, al igual que ocurre en otros Estados europeos, como Luxemburgo, se ha prestado todos los últimos años a acuerdos bilaterales con grandes contribuyentes, los denominados tax rulings, que pueden reducir al mínimo la carga fiscal. Fuentes de Ferrovial explican, no obstante, que eso "ahora mismo ya no es posible".

Más allá en cualquier caso de los acuerdos bilaterales a los que se pueda llegar con el Estado, Países Bajos tiene un convenio tributario para evitar la doble imposición con sus antiguas colonias del que se llevan beneficiando desde hace tiempo numerosas multinacionales norteamericanas, especialmente las tecnológicas. Es el denominado sandwich holandés, que permite a las empresas que lo utilizan eludir prácticamente el pago de impuestos.

Una estructura legal

Gracias a esta estructura, las multinacionales pueden contar con una sociedad matriz en un paraíso fiscal, normalmente las Antillas Holandesas, de la que cuelga a su vez una sociedad en Países Bajos, que es la que agrupa la totalidad del negocio y de la que dependen el resto de filiales. La cabecera del holding cobra a la sociedad neerlandesa una serie de regalías —como una licencia de propiedad intelectual— y deriva así hasta el territorio de baja tributación los beneficios.

"Los dividendos repartidos por la sociedad neerlandesa no pagan impuestos en Países Bajos, y solo un 3% en las Antillas. Por otra parte, los dividendos que cobre la sociedad neerlandesa de otras filiales europeas suelen estar exentos", explica Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, en su libro Hacienda somos todos. En su opinión, "con este sistema de sandwich, se pueden obtener beneficios en toda Europa y luego trasladarlos a un paraíso fiscal, vía Holanda, soportando una tasa efectiva del 8%".

Sin ser un paraíso fiscal, Países Bajos tiene vehículos totalmente legales de estructuración societaria que pueden transferir fondos a otros territorios sin tener que tributar por ello. Una de las sociedades que ha utilizado en los últimos años esta estructura fiscal, el sandwich holandés, ha sido Google, que renunció a ella sin embargo hace tres años.

La filial del buscador en Países Bajos se utilizaba para canalizar los ingresos por regalías logrados fuera de Estados Unidos a través de una sociedad radicada en Bermudas (donde no existe impuesto de Sociedades) denominada Google Ireland Holdings. Otro caso es el de Nike. Aunque la sede de la firma de ropa deportiva y zapatillas está en Oregón (Estados Unidos), la marca tenía una sociedad en un pequeño pueblo neerlandés de 86.000 habitantes, Hilversum, desviando desde allí miles de millones de euros hasta una sociedad en Bermudas, de acuerdo con la investigación que llevó a cabo el Consorcio Internacional de Periodistas, la denominada Paradise Papers.

Sociedad en Malta

Aunque, en teoría, Ferrovial, una vez que fije su sede en Países Bajos, podría utilizar un esquema parecido, fuentes de la propia sociedad descartan hacer uso de esta estructura. El presidente ejecutivo de Ferrovial, Rafael del Pino, controla ya, no obstante, el 20,44% de la constructora a través de una sociedad domiciliada precisamente en Países Bajos, Rijn Capital. Esta firma tiene a su vez una filial, Boreas Shipping Limited, domiciliada en La Valetta, la capital de Malta.

El tipo del impuesto de sociedades en esta isla mediterránea es del 35%, pero cuando los accionistas de una empresa maltesa no son residentes en el país, tienen derecho a una serie de devoluciones que reducen el tipo impositivo efectivo del 5%, una cantidad por lo tanto muy similar a la que se pagaría en Antillas. Aunque, en la práctica, Países Bajos no logra una gran ventaja recaudatoria con este sistema, el Gobierno neerlandés ha mantenido siempre frente a las críticas de otros Estados de la Unión Europea, e incluso de Bruselas, que una tasa impositiva favorable para las multinacionales genera beneficios en el clima económico y comercial del país.

El objetivo final es que las grandes empresas apuesten por abrir sociedades en su territorio y, con ello, lograr ingresos tributarios, no ya por el impuesto de sociedades, pero sí por otras tasas, como el impuesto sobre la renta. Más allá del empleo que estas compañías puedan generar. Es un esquema muy parecido al que siguen también otros Estados europeos, como Irlanda o Luxemburgo, con políticas fiscales favorables también para las empresas.