Infraestructuras y Servicios
Abertis trabaja en autopistas inteligentes para salvar el planeta
- La empresa de gestión de carreteras busca en lo digital la clave para el transporte seguro y sostenible
elEconomista.es
Madrid,
Abertis es la empresa líder mundial en gestión de autopistas presente en más de 15 países de Europa, América y Asia. Esto significa que gestiona cerca de 8.000 kilómetros de autopistas en todo el mundo.
Actualmente la empresa trabaja para aprovechar las nuevas tecnologías como el Big Data, el Internet de las Cosas o el machine learning, para poder mejorar la gestión de las vías y estar listos para abordar la movilidad del futuro. En este sentido, la digitalización resulta un elemento clave con el que la gestora de autopistas trabaja para llegar a una transición más sostenible y con menos emisiones.
Desde Abertis son conscientes de los numerosos cambios que hay que realizar desde la gestión de las autopistas y por eso impulsan proyectos orientados a los nuevos desafíos de la movilidad, como preparar las autopistas para los vehículos eléctricos, conectados o autónomos, a través de la instalación de puntos de recarga o electrolineras para vehículos eléctricos e híbridos enchufables, al mismo tiempo que va a impulsar el uso de combustibles alternativos, incluido el hidrógeno.
A esto se suman proyectos más recientes como la digitalización de los métodos de pago en las autopistas a través del impulso de soluciones de movilidad con la implantación, en multitud de países, de proyectos de peajes sin barreras, lo que hará el transporte en carretera más sostenible ya que permite mejor fluidez en el tráfico. Al mismo tiempo, la digitalización de los métodos de pago es otro de los hitos que quiere conseguir la compañía.
Estas vías de alta calidad serán posibles en la próxima década y ofrecerán información en tiempo real del tráfico, lo que permitirá anticiparse a las incidencias al mismo tiempo que se reducirá la siniestralidad. En la compañía son conscientes de que en 2050 se podrán alcanzar los cuatro mil millones de vehículos, una cifra muy poco sostenible y un horizonte con el que hay que trabajar para salvar al planeta.