Industria
Lujo made in Bulgaria: la moda europea se reinventa a orillas del Danubio
- Bulgaria y Rumanía se suben a la ola de crecimiento de la ropa de lujo
- Este tipo de mercado tiene unos márgenes superiores al resto del sector
elEconomista.es
Bulgaria y Rumanía se están convirtiendo en los países favoritos de las grandes marcas de lujo que visten las calles de París o Milán. Aunque países como China o Turquía presentan una fuerte competencia (sobre todo en costes laborales), la cercanía del sureste de Europa y la inversión en maquinaria de las empresas allí presentes están siendo determinantes para que las Armani, Versace o Hugo Boss fabriquen sus prendas a las orillas del Danubio.
El sector de la ropa de lujo está al alza. Según datos recopilados por Reuters, las ventas de ropa de lujo están creciendo a un ritmo del 5% anual, superando el avance del sector de la moda en general. Naciones como Bulgaria, Rumanía y otros países de los Balcanes se están beneficiando de este crecimiento, aprovechando la cercanía y buena comunicación con el resto de Europa.
La fábrica de Miglena Hristova, muy cerca de las orillas del Danubio, se encuentra entre el creciente número de empresas que quieren 'ayudar' a las firmas de lujo a producir sus prendas para cubrir la fuerte demanda en los países desarrollados.
Este tipo de ropa se adapta a las condiciones laborales de estos países, que no pueden competir con los bajos salarios de los estados del sur de Asia y África. Las marcas de estas firmas de moda de alta costura requieren un trabajador con cierta cualificación que se encuentra en la parte baja del Danubio. Y es que, el valor añadido de las prendas de lujo es superior, no sólo por el valor inherente a la marca, también porque su proceso de producción es más complejo y necesita de una maquinaria más sofisticada y un factor trabajo más preparado.
Ropa más rentable
"En el segmento de mayor lujo puedes fabricar menos piezas pero son mucho más rentables, por lo que se ha convertido en nuestro objetivo ahora", asegura Hristova en su fábrica búlgara de Ruse, donde 40 trabajadores fabrican vestidos, abrigos y gabardinas.
Hristova declara a la agencia Reuters que los pedidos de las marcas de ropa de lujo se están incrementando, por lo que las firmas de los países del sureste de Europa han querido subirse al boom incorporando la maquinaria necesaria. El problema es que estos países llevan años experimentando un crecimiento económico muy fuerte, acompañado de un crecimiento salarial considerable.
No obstante, un portavoz de Armani cree que se eligen estos países no "sólo por la proximidad, también son esenciales ciertos criterios de calidad y el respeto a ciertos códigos de conducta dentro de los proveedores". En estos países europeos se respetan unos derechos laborales mínimos que el caso de África y Asia no sucede.
Mihai Tincu, que dirige la mayor fábrica de ropa en Rumania, comenta que marcas como Prada les entregan los materiales (tejidos) con los que ellos luego trabajan para dar la forma final a la prenda. Quizá los materias vengan de países más pobres, donde se pueden conseguir más baratos, pero el valor añadido final se aporta en Rumanía.
Mirando hacia el futuro, los crecientes costes laborales en Bulgaria y Rumanía terminarán siendo un obstáculo insalvable para las firmas de lujo. Hristova cree que "la próxima Bulgaria estará en cualquier sitio de África probablemente". Aunque países como Portugal, con unos salarios mucho más altos aún mantienen gran parte de la confección de este tipo de prendas que luego se venden%s o incluso miles de euros.
Paulo Vaz, director de la Asociación de Textil y Ropa, explica que Portugal sigue siendo muy importante para este sector. Aunque los salarios en el país luso son mucho más elevados que el sureste de Europa, aún son la mitad que en Francia y la marca made in Portugal tiene un prestigio que supera a la de otros países.