Industria
Aumenta el fraude de productos japoneses: Mitsubishi también admite la manipulación de datos
elEconomista.es
El conglomerado industrial de Mitsubishi ha admitido que varias filiales siderúrgicas han manipulado datos de calidad de sus productos que son vendidos a la industria automotriz y aeronáutica durante al menos un año. La compañía, que es conocida en Europa por ser fabricante de coches, también estuvo involucrada en el escándalo de Kobe Steel en el que también se falsificaron la calidad de las piezas suministradas.
Mitsubishi ha informado que tras la investigación del escándalo de falsificación de datos sobre los productos de acero y de cobre de Kobe Steel, ha descubierto que su filial Mitsubishi Cable Industries había modificado también datos de sus productos de sellado de goma, utilizados en aviones y automóviles, según Reuters.
La compañía reconoce que manipularon la garantía de calidad de sus productos, haciendo caso omiso a las especificaciones establecidas con sus clientes, por lo menos desde abril de 2015. También detectó irregularidades en otra filial, Mitsubishi Shindoh, y calcula que comenzaron desde octubre de 2016.
El conglomerado ha descartado que el fraude de los datos pueda poner en riesgo la seguridad de los productos de sus clientes. Mitsubishi se ha comprometido a crear un grupo de trabajo para analizar los problemas y diseñar contramedidas para mejorar el control de calidad. La compañía no ha querido indicar si el escándalo tendrá implicaciones financieras.
El fraude aflora justo un mes después que su socio Kobe Steel admitiera que había alterado los datos de las especificaciones de los productos, que ha obligado sus clientes de la industria de automoción y aeronáutica a verificar la seguridad de los vehículos.
Mitsubishi Materials tiene una participación del 45% en una empresa conjunta de tubos de cobre con Kobe Steel, incluida la planta de Hatano, que está en el centro del escándalo.
El fraude en la calidad de los productos japoneses también está afectando a los fabricantes de automóviles del país como Nissan y Subaru, que han admitido que durante décadas no han realizado controles de calidad.
La reputación empresarial de Japón se ha visto fuertemente dañada en el último años con sucesivos escándalos como el de los airbags Takata, los problemas en los motores Mitsubishi Motors con los gases contaminantes y el fraude contable de Toshiba.