Pescados Rubén busca una salida a la crisis financiera para evitar el concurso de acreedores

El gerente de la empresa de Foz (Lugo) Pescados Rubén, Manuel Blanco, ha avanzado este martes que está negociando una salida rápida a la crisis que atraviesa la firma, pero que todavía es pronto para explicar "nada más" ya que están en negociaciones para evitar el concurso de acreedores.

La empresa con sede en Foz (Lugo) llega a esta situación después de alcanzar cifras de facturación de 43 millones de euros y con una plantilla actual de 80 trabajadores. Una tradicional empresa familiar que acaba de anunciar la retirada del histórico patrocinio del club de fútbol sala de Burela, que tiene dos equipos en Primera División, debido a sus problemas económicos.

La empresa, asentada en el polígono de Fazouro, ha asegurado que tenía problemas de solvencia debido a una deuda acumulada con proveedores y retraso en las nóminas. Blanco indicó que se buscan distintas vías para salvar la empresa y los puestos de trabajo. A finales del año pasado, la pesquera anunció la venta de parte de sus instalaciones con el objetivo de recibir una inyección de capital.

Pescados Rubén, comercializadora de pescado fresco, elaborado y congelado, y que negocia en 40 países, fue fundada en 1964 por el matrimonio formado por Rubén y Cesarina. Con el paso de los años se fue extendiendo el negocio hasta ser un referente en la comarca de A Mariña, en la provincia de Lugo.

La compañía pasó a manos de los tres hijos, siendo dirigida por Concepción Blanco, que fue relevada hace unos dos años. Atraviesa ahora el peor momento de su historia y busca una salida para no tener que recurrir a un concurso de acreedores.

Reacciones

La dirección comunicó el pasado mes de noviembre la difícil situación a los trabajadores, indicando la posibilidad de entrar en un concurso de acreedores, lo que supondría la designación de un administrador concursal si el juzgado de lo Mercantil de Lugo aprobara dicha solicitud.

El alcalde de la vila de Foz, el socialista Francisco Cajoto, ha sido una de las primeras autoridades en hacer una llamada de atención sobre la crisis de Pesados Rubén indicando que hará una ronda de contactos para impulsar el mantenimiento de la firma.

Preocupan los 80 puestos de trabajo que podrían perderse en una comarca que ha sufrido varios reveses económicos en los últimos tiempos, como la situación que atraviesa Alcoa, o los cierres de Vestas y Albo, entre otros.

Por su parte, el conselleiro de Emprego, José González, ha señalado que desconoce los detalles de la situación que atraviesa la empresa radicada en Foz y que el papel de las administraciones en casos de concursos es prestar "toda la ayuda posible" para que puedan sacar adelante la actividad económica siempre que sea posible.