Industria

Sergi Martín (ABB Robotics España): "Prevemos crecer entre un 10% y 20% anual en los próximos 5 años"

  • "Tener programadores de visión 3D nos ayuda para la inteligencia artificial"
  • "La robótica colaborativa puede automatizar empresas fuera del ámbito industrial"
  • "La automoción es ahora el 50% de la facturación, pero le tomará el relevo la logística"
Sergi Martín, director general del área de negocio de Robotics & Discrete Automation de ABB en España. Foto: Luis Moreno

Estela López

La planta de ABB en Sant Quirze del Vallès (Barcelona) está especializada en robótica, una de las cuatro áreas de negocio en las que se divide el grupo suizo, junto con electrificación, tracción y automatización, y en todas las divisiones ocupa la primera o segunda posición mundial.

Los orígenes de ABB se remontan 130 años atrás, y se reivindica como la primera compañía que transportó energía en alta tensión; constructora de la primera turbina de vapor en Europa; pionera en locomotoras de alta velocidad y una de las primeras en robótica industrial, así como la primera compañía del mundo en fabricar diamantes sintéticos, y su ambición se sigue proyectando hacia el futuro, con proyectos como la robótica colaborativa y un nuevo sistema de propulsión eléctrica para barcos alternativo a las tradicionales hélices e inspirado en el movimiento de las aletas de las ballenas.

¿Cuál es el principal segmento de negocio en robótica?

En España existen 14 líneas de pintura de automóviles, de las que 13 han sido diseñadas por ABB. La automoción ha representado el 60% del negocio tradicionalmente, aunque ahora están ganando peso otros sectores industriales, la logística y los servicios.

Eso debe requerir de nuevos tipos de robots…

Antes lo habitual eran grandes máquinas para automatizar producción metidas en jaulas para no golpear a los humanos. Ahora sigue habiendo grandes robots para procesos industriales, pero con sensores que los ralentizan o los detienen en función de la proximidad de personas a su alrededor, y también hay robots más pequeños que colaboran con las personas, robots que se mueven de un lado a otro autónomamente... Ha cambiado hasta el color de los robots. Antes eran naranjas para advertir de peligro, pero ahora los hacemos blancos.

ABB Sant Quirze inauguró en 2020 el primer centro de innovación colaborativa del grupo dedicado a la robótica para clientes en Europa, para desarrollar tecnologías digitales y de automatización para empresas...

Es un ejemplo de colaboración con un balance muy positivo, porque las empresas pueden probar y encontrar soluciones a medida, y porque el nuevo espacio se ubica donde en 2012 se anunció el cierre de nuestra planta de motores eléctricos porque había dejado de ser competitiva. Entonces se perdieron 150 empleos, pero ahora somos muchos más empleados que antes de aquel anuncio.

¿Qué se produce ahora en Sant Quirze?

Fabrica visores 3D para robots y productos para aplicación en prensas y ejes de robot (con uso en automoción y otros sectores), además de realizar reparación de robots y otros servicios, aunque destaca por la ingeniería. Por ejemplo, el tener programadores para visión 3D nos ayuda a posicionarnos para hacer nuevas propuestas vinculadas a la inteligencia artificial.

¿En qué se traduce todo esto a nivel de inversiones?

De los 8 millones de inversión de ABB en España en 2022, 2,3 fueron en Cataluña. La idea es mantenernos sobre los 2,5 millones. Depende de cómo avancemos en el diseño de productos, que se hace principalmente en nuestras instalaciones de China y Estados Unidos. Nosotros como solution centers presentamos proyectos, y en Barcelona somos activos. Respecto al potencial de I+D en España, el año que más invertimos, en 2012-2013, fueron 21 millones, y 10 fueron para robótica.

¿Prevén nuevas áreas de negocio?

Independientemente de las cuatro áreas de negocio del grupo, estamos dividiendo el mercado en grandes cuentas, con clientes como Renault, Volkswagen, Inditex o Amazon, y pymes, donde vamos a enfocarnos en procesos que no son de manufactura, es decir, en robots realizando tareas de valor añadido que no son fabricación. Ahí se enmarca la adquisición de Asti en Burgos en 2021, como empresa especializada en robots móviles para intralogística, lo que sería como una Roomba gigante para transportar mercancías de un lado a otro de una nave. Y para pymes también queremos potenciar soluciones para compactar el área de fabricación, y que se pueda producir más en el mismo espacio. En general, con la automatización y digitalización se pueden reducir los costes energéticos de las empresas. Por ejemplo, ahí hay mucho potencial en la industria agroalimentaria.

¿Cómo evoluciona la robótica?

La robótica tradicional de grandes cuentas está creciendo a un ritmo del 5-7% anual; en robótica móvil auguramos un 20% anual los próximos cinco años, y la robótica colaborativa va a estar en medio, sobre un 12-13% de crecimiento anual.

¿Qué es la robótica colaborativa?

Los robots colaborativos o cobots están diseñados para trabajar codo con codo con las personas, compartiendo tareas y espacios de trabajo de manera segura. La robótica colaborativa nos permite llevar la automatización a multitud de entornos empresariales fuera del ámbito industrial, como centros de logística, o incluso supermercados o centros de salud.

¿Y a qué se deben las elevadas perspectivas para la robótica móvil?

A que va más allá de su aplicación industrial. La automoción es ahora el 50% de la facturación, pero la siguiente automoción en el mundo de la robótica es la logística. Está creciendo muy rápido y con muchos volúmenes, con inversión en I+D y tecnología, con aplicaciones como la visión 3D para el despaletizado o la inteligencia artificial para el doblado de prendas.

La facturación de ABB España en 2022 fueron 560 millones, un 13% más, y tuvo pedidos por 800 millones, un 42% más. ¿Qué perspectivas hay para este año?

En robótica, seguir creciendo a doble dígito en los próximos cinco años, entre el 10% y el 20% anual.

¿Cuánto exporta ABB España?

El 30% de la facturación es exportación, porque creamos soluciones para que otros países las vendan.