Rubén Barreno: 'La Ley de Residuos es poco realista'
- Rubén Barreno Martínez, presidente de la Asociación de Gestores de Residuos de Andalucía, Agresur
Juan Esteban Poveda
Rubén Barreno Martinez (44 años) es el CEO del grupo de empresas Barreno Unión. Lidera la tercera generación de una empresa familiar que tiene ya más de 50 años de vida, y es el actual presidente de Agresur, la Asociación de Gestores de Residuos de Andalucía, de la que es socio fundador. Es arquitecto técnico de formación. Agresur cuenta con unos 50 asociados pertenecientes al sector medioambiental y de gestión de residuos en general (peligrosos y no peligrosos). El sector está conformado en Andalucía por más de 10.000 entidades entre autónomos, pymes, transportistas, agentes, consultoras y grandes empresas se dedican al sector ambiental, suponiendo el 18% de la cuota nacional. Éstas entidades generan empleo para unas 30.000 personas y tienen una facturación aproximada de 2.500 millones de euros. Es la Comunidad Autónoma en España con mayor porcentaje de empresas dedicadas a este sector. A nivel nacional la gestión de residuos supone más del 1% del PIB, y es el primer sector ambiental en generación de empleo.
¿Cómo valora los primeros meses de la Ley de Residuos? ¿Está teniendo los efectos esperados?
Aún es pronto para una valoración real de esos efectos, pero sí que puedo decir que el sentir del sector es que es muy complicado cumplir con algunos de los asuntos y objetivos que se contemplan la Ley, sobre todo a corto plazo. La legislación va a una velocidad diferente a la realidad.
¿Considera que la Ley recoge bien la situación y las necesidades actuales del sector?
Creemos que no, al ser una ley muy exigente y poco realista. Da más protagonismo a la gestión pública en detrimento de la gestión privada, exigiendo a la primera menos control y trazabilidad en los residuos, mientras que una planta privada de un gestor de residuos está obligada a informar sobre esa trazabilidad en todo momento, y éste es el camino que nos está marcando Europa: la total trazabilidad de los residuos y la mínima utilización de vertederos. Sirva como ejemplo la ineficiente gestión de muchos 'Puntos limpios' municipales.
Otro ejemplo: el principio de autosuficiencia y proximidad que se refleja en esta nueva ley, discrimina a los gestores de residuos distintos al residuo doméstico mezclado, si no están ubicados cerca de donde se genera el residuo, algo que es contrario a la ley de garantía del mercado libre y que vulnera la libre concurrencia. Nos parece algo bastante confuso, cuanto menos.
Todo esto, sumado al 'cuello de botella' de la administración ambiental donde cualquier petición, solicitud o trámite se hace tedioso y, a veces, casi imposible, limita mucho el avance y la progresión del sector, facilitando que proliferen negocios clandestinos y las malas prácticas.
La Ley de Economía Circular de Andalucía no se aprobó en la pasada legislatura por la convocatoria de elecciones. Ustedes habían aportado bastante contenido. ¿Qué impacto puede tener esta ley?
Así es, pero con el adelanto de las elecciones andaluzas, se ha quedado fuera apenas por unas horas. Teníamos muchas esperanzas en la LECA, pues Agresur aportó a la normativa varias propuestas que fueron incluidas. Esperamos que tras las elecciones, y viendo que los ciudadanos han votado continuidad y estabilidad, se pueda volver a presentar este texto y que quede aprobado definitivamente. Es una Ley muy necesaria para colocar a Andalucía en el camino adecuado y a la cabeza en cuanto a los necesarios cambios que plantea el nuevo paradigma económico basado en la circularidad y en el importante papel que supone la gestión de residuos en este sentido.
Sostenibilidad, economía circular, medida de la huella de carbono, políticas de cero emisiones … En pocos años han pasado de un plano casi puramente teórico al 'mainstream' de la economía y a los planes estratégicos de las grandes compañías. ¿Qué papel juegan las empresas de gestión de residuos en este proceso?
Pues creemos que ese papel es fundamental y clave en el sentido que comentas. Hay que entender que las empresas gestoras de residuos garantizan la trazabilidad adecuada de los mismos, su valorización y su reconversión en materias primas secundarias, y eso precisamente es la base de la circularidad. Por lo tanto, invertir y apoyar a las empresas gestoras de residuos, locales y nacionales, es una manera de apostar por ese modelo y, a la larga, por el futuro de nuestra economía y de nuestra sociedad.
¿Es más correcto hablar de gestión o de valorización de residuos cuando se habla del trabajo de las empresas del sector?
Las dos definiciones pueden y deben coexistir. La gestión abarca la recogida, transporte y almacenamiento temporal, mientras que la valorización atañe más a un tratamiento específico de determinados residuos, preparándolos para su reciclaje y reconversión en materias primas de nuevo y evitando así que lleguen a los vertederos. Son procesos que se complementan mutuamente.
¿Ha cambiado mucho el sector en los últimos años?
Si, afortunadamente a mejor. Mucha más profesionalidad, mejor imagen y sobre todo empresas y trabajadores mejor formados. Y añadiría algo muy importante; proporcionando valor añadido para sus clientes ya que muchas de ellas se han convertido en auténticos 'consultores ambientales' para ellos.
¿Cómo puede influir en el crecimiento de las empresas la actual crisis de materias primas?
És un tema complejo, como casi todo en economía. De entrada, hay mucha incertidumbre y en nuestro sector es posible que nos afecte más tarde que a otros. Evidentemente, si las materias primas tradicionales escasean, las secundarias adquirirán más valor, con lo que será algo positivo para el sector, pero ojo, sin industrias que consuman materias primas tradicionales no se generarán residuos que generen secundarias, por lo que nos acabaría afectando negativamente. Si a eso le sumas el aumento del coste de la energía o del transporte pues, a la larga, también se está dificultando el crecimiento sectorial. Es complejo, pero está claro que la situación económica actual nos acaba afectando a todos los sectores, y al nuestro también por descontado.
¿Es hoy la gestión de los residuos el primer problema medioambiental de las sociedades desarrolladas?
El primer problema que se debe solucionar, siempre, es la de evitar hambrunas y la pobreza en los países menos desarrollados. Hay que garantizar el suministro de agua potable, alimentos y facilitar adecuados medios de vida a los más necesitados. Una vez enfocados en ese problema, el siguiente es conseguir desarrollar sistemas eficientes para evitar generar grandes zonas de vertidos de basuras descontroladas y poder reducir al máximo su impacto ambiental y el uso indiscriminado de los mismos. Es evidente que la mala gestión de los residuos (Plásticos, RAEEs, residuos peligrosos de todo tipo, … ) tiene un impacto brutal a nivel medioambiental, pudiendo sin duda ser el más importante problema a resolver o, al menos, uno de ellos. Además, si esos residuos fuesen debidamente tratados y gestionados, por ejemplo pudiendo transformarlos en energía barata y sostenible, imagina los beneficios que supondría para el medioambiente y para la sociedad. Pero hay poderosos 'lobbies' de todo tipo implicados y empeñados en que esto no suceda, o que se retrase lo máximo posible.
Han pasado de tener un papel 'residual' en la economía a ser considerados por ley un sector estratégico. ¿Creen que existe en la sociedad la imagen real de su importancia?
Cada vez más, pero aun debemos seguir dando a conocer, a la sociedad en general, la importancia de nuestro sector para la mejora de medio ambiente y la sostenibilidad.
¿Están notando los efectos de la simplificación administrativa que ha impulsado la Junta en los últimos años?
Algunos brotes verdes hay pero, de momento, nos resultan insuficientes
¿Es cierto que vivían en un 'infierno burocrático'?
Totalmente. Sobre todo, a la hora de tramitar mediante las plataformas digitales de control y seguimiento ("SIRA" en Andalucía), los servicios de recogida de residuos que realizamos a nuestros clientes-productores. Precisamente estas son las herramientas que garantizan la trazabilidad y el control, y de momento no están funcionando como deberían.
Pero también en cuanto a la tramitación de autorizaciones y expedientes. Hay un retraso considerable en este sentido y se ralentiza muchísimo cualquier iniciativa empresarial enfocada en la gestión de residuos. Esto es algo que la administración debe mejorar.
¿Por qué creen necesaria una Agencia Andaluza de Residuos en un contexto de adelgazamiento de la administración?
Por la agilidad y eficacia que supone, dada la importancia de un sector tan primordial y esencial como el nuestro. Es algo que está implementado en otras comunidades y dota al sistema de muchas ventajas en términos de tiempo y facilidad de tramitaciones, homogeneidad de normas, periodicidad en inspecciones… Es algo que supondría un avance muy importante en nuestro sector a nivel andaluz. Por no hablar de las consecuentes ventajas y beneficios medio ambientales que reportaría.
¿Ha mejorado el sistema de notificaciones SIRA contra cuyo funcionamiento habían protestado?
No, de momento es un caos. Recientemente hemos tenido diversas reuniones con la Consejería de Medio Ambiente y nos consta que están haciendo todo lo que está en sus manos para poder revertir esta situación. Confiemos que sea así, pero la situación puede bloquear la mayoría de los servicios de retirada y gestión de residuos en Andalucía con el consiguiente problema que ello supondría. Es un escenario en el que no queremos ni pensar.
¿Protegen las normas actuales a las empresas de la competencia desleal y el intrusismo?
No, es un continuo brindis al sol. Se intenta plasmar en los textos lo que en la realidad no se cumple; pocas inspecciones e inexistente control y cierre de las empresas clandestinas. Nosotros demandamos la necesidad de crear una "policía verde" dedicada a la persecución de gestores ilegales y velar por la eliminación de los vertidos aislados en zonas degradadas.
En este sentido, también hemos propuesto en la Ley de economía circular andaluza, que se instaure un sistema de placas informativas en las empresas gestoras para distinguir a los profesionales autorizados de los ilegales. Nos parece algo muy sencillo, con un coste ínfimo, y que ayudaría en mucho a la identificación rápida de los negocios clandestinos.