Industria

La experiencia del Covid refuerza el carácter estratégico de la industria farmacéutica en España

  • España fue el cuarto país del mundo en ensayos clínicos de coronavirus, por detrás de Estados Unidos, China e Irán

Miguel Merino Rojo

Uno de los grandes descubrimientos de la pandemia ha sido la necesidad de configurar en España una industria farmacéutica potente, que tenga la capacidad de aportarnos independencia en momentos de emergencia como la crisis global que está ocurriendo.

Por otro lado, Europa ha deslocalizado el sector durante los últimos años y ha aumentado su dependencia del comercio exterior. Bajo esta premisa se ha desarrollado el observatorio online: "La apuesta de la industria farmacéutica por España", organizado por elEconomista en colaboración con Farmaindustria.

Durante el evento online, altos cargos de compañías líderes en el sector farmacéutico analizaron la importancia de esta industria en la economía española y como le ha afectado la pandemia, así como su posición de liderazgo en inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) y su capacidad de generar empleo cualificado y de calidad. Teniendo en cuenta estas fortalezas, nuestro país se encuentra ante una estupenda oportunidad.

Hay que seguir apostando por la industria farmacéutica, ya que supondrá un motor muy potente para la reactivación económica.

"La financiación del sistema de salud o del sector farmacéutico no debe verse como un gasto, sino como una inversión para la economía. Porque, está demostrado que la inversión en medicamentos reduce el gasto sanitario nacional", explicó Nabil Daoud, presidente de Lilly España.

Los participantes coincidieron en el papel fundamental que ha tenido el sector durante esta emergencia sanitaria. También, recalcaban la importancia de la colaboración para seguir avanzando. Aspecto que se verá reforzado con el futuro Plan Estratégico para la Industria Farmacéutica que el Gobierno ha anunciado como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La industria farmacéutica y el sector de la salud en su conjunto deben ser una estrategia de Estado, ya que tiene una gran importancia en la actividad económica de cualquier país. Durante esta crisis se ha visto cómo el sector ha realizado un gran esfuerzo para afrontar la urgencia sanitaria, desarrollando vacunas en tiempos récord y tratamientos eficaces contra el coronavirus. Por ello, es clave que en esta planificación participen todos los agentes involucrados.

España es líder europeo en estudios clínicos relacionados con el coronavirus.

"Se necesita un compromiso de alto nivel por parte del Gobierno y de todos los ministerios interesados para trabajar de manera conjunta en favor de este sector tan importante para la economía de España", afirmó Federico Plaza, director de Government Affairs de Roche.

Efecto de la pandemia

La crisis económica global derivada de la emergencia sanitaria de la Covid-19 ha demostrado la fortaleza del sistema sanitario español y la posición de vanguardia con la que cuenta el sector de la salud en nuestro país.

De hecho, los especialistas en la industria farmacéutica remarcaron como, durante la pandemia, España fue el primer país de Europa, y el cuarto a nivel mundial, en número de ensayos clínicos contra el coronavirus.

Esto, ha convertido a nuestro país en la plataforma perfecta para desarrollar una red científica que trabaje conjuntamente por mantener y mejorar el sistema sanitario nacional. Estos tiempos han demostrado que "la industria farmacéutica nacional es un sector potente y estratégico y que, además, está asentado y comprometido con en el tejido empresarial español. Algo que ha servido para que nuestro país no sufriera desabastecimiento de casi ningún medicamento esencial durante la pandemia", comentó Ignasi Biosca, consejero delegado de Reig Jofre.

El sector farmacéutico es puntero en I+D+i, con una inversión cercana al 20%.

Un hecho que también es resultado del compromiso del sector con nuestro país. En contraposición con los demás estados europeos, las compañías apuestan por "la localización de plantas y centros de investigación en España, aportando un gran valor competitivo a nuestra economía", añadió Biosca. En este contexto, la inversión del sector en I+D+i no tiene precedentes.

"Hay pocos sectores que puedan enorgullecerse de invertir en torno al 20% de sus ventas en programas de investigación y desarrollo", explicó Plaza. La industria farmacéutica es el sector líder en nuestro país respecto a la inversión en innovación.

"La inversión de las compañías farmacéuticas en I+D supera los 1.200 millones de euros anuales en España y, si se observa la inversión a nivel global, la cifra supera los 150.000 millones. Un aspecto que ofrece numerosas oportunidades para el desarrollo de investigaciones clínicas en nuestro país", según detalló Daoud.

Apuesta por España

Los puestos de vanguardia que ocupa nuestro país, en términos de investigaciones clínicas y programas de innovación en el sector sanitario, no son fruto del azar. La industria farmacéutica lleva muchos años apostando por localizar en nuestro territorio su actividad. Además, los expertos remarcaron la larga experiencia con la que cuenta el sector en nuestro país.

"España se encuentra en un papel privilegiado en el mercado europeo y la industria hace una fuerte apuesta por localizar aquí sus proyectos, lo que nos ha llevado a ser el primer país de Europa y el cuarto en el mundo en participación en estudios clínicos de vacunas contra el Covid", aseguró el presidente de Lilly España.

La alta capacidad industrial del sector farmacéutico, junto con la posición de liderazgo de España en programas de investigación clínica y el interés de las compañías innovadoras por nuestra economía, configura un marco de oportunidades y convierte nuestro país en el principal polo de atracción de inversión en sanidad. "Es clave desarrollar una industria tecnológica avanzada que permita generar conocimiento y no solo beneficie al sistema sanitario, sino que enriquezca la economía en general", afirmó Biosca.

El compromiso de las empresas farmacéuticas con el tejido empresarial e industrial de nuestro país es muy fuerte.

En concreto, la industria "cuenta con 82 plantas de producción en territorio nacional, no sólo de farmacéuticas nacionales sino que también está asentada a nivel internacional", añadió Ignasi Biosca.

El sector sanitario tiene una gran importancia en la economía española. En su conjunto, supone alrededor del 10% del PIB generado en España. También se remarcó el peso que tienen los medicamentos en las exportaciones y, según Nabil Daboud, "estos productos suponen el 5% del total de las exportaciones españolas". Es decir, las compañías farmacéuticas tienen un aspecto estratégico tanto en el comercio interior como en el exterior de nuestra economía.

Todo esto, posiciona el sector como un motor económico importante. Pero, además, también es un fuerte generador de empleo. "Se trata de un sector muy avanzado, que genera más de 44.000 empleos directos, de los cuales, el 93% cuenta con contratos indefinidos", explicó el consejero delegado de Reig Jofre. Una industria con un fuerte compromiso social y con una fuerte presencia femenina, ya que el 53% de estos trabajos corresponden a mujeres.

Un dato que aumenta sensiblemente si nos centramos en los puestos de trabajo relacionados con el I+D+i, alcanzando el 67% ,y que triplica la media del Ibex35, si analizamos participación en las juntas directivas (45%).

Espacio colaborativo

La sanidad está llamada a ser uno de los pilares para la reactivación económica y social de nuestro país. Tras su papel fundamental en la lucha contra la pandemia, siendo el país europeo líder en ensayos clínicos frente a la Covid, esta industria se presenta como uno de los sectores estratégicos para contribuir a la recuperación y que permitirá enriquecer el modelo productivo.

Las compañías farmacéuticas tienen capacidad para aportar valor añadido en tres aspectos económicos: la generación de empleo de calidad, la producción interior y el comercio exterior, y un fuerte compromiso con la inversión en I+D+i.

Para configurar todo esto, es necesario generar un espacio colaborativo. "Sería necesario una mayor colaboración público-privada entre las compañías farmacéuticas y la administración, y con otras entidades públicas como universidades y centros de investigación", expuso Daoud.

Por su parte, el director de Government Affairs de Roche destacó que "este trabajo conjunto durante la pandemia entre el sector privado y el público ha fortalecido muchísimo la confianza mutua. Algo que ayudará mucho a la hora de sentarnos a plantear los límites del plan estratégico para el sector farmacéutico que está elaborando el gobierno para este año".

Biosca, en cambio, subrayó la importancia de la colaboración entre las pequeñas y las grandes empresas. "Gracias a la colaboración sectorial, y a la red de información que se creó, la industria fue capaz de acelerar los procesos de investigación, y pudimos ofrecer a los profesionales sanitarios soluciones tecnológicamente muy avanzadas y equipos que les permitieron seguir trabajando con la mayor seguridad", explicó.

El Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica es una de las grandes apuestas del Gobierno para este año 2022.

El futuro Plan Estratégico para la Industria Farmacéutica que el Gobierno ha anunciado como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia debería perseguir, según los directivos, tres grandes objetivos: apuesta por la investigación; recuperación de la producción de medicamentos esenciales; y un mayor acceso a la innovación.

"Es importante reforzar el diálogo entre la administración y los actores industriales del sector para la relocalización. El plan se anunció el año pasado, y estamos esperando para sentarnos con el Gobierno para ponerlo en la práctica", afirmó el presidente de Lilly España.

Por otro lado, la segunda línea de actuación es la investigación. Como España es referente mundial en estudios clínicos, este plan se apoya en esta posición privilegiada de líderes en Europa para potenciar el sector. La posición de liderazgo que ocupa España es una ventaja competitiva enorme frente a otras economías. "Una industria líder en investigación y que genera más de 44.000 empleos directos, es un privilegio para cualquier país. Debemos colaborar todos juntos para fomentar su crecimiento", comentó Biosca.

Es clave seguir avanzando para crear un ecosistema que siga atrayendo la inversión y nos permita mantener la industria a la cabeza de la vanguardia de Europa.

"El Plan debe abordar la transformación y financiación del sector para seguir manteniendo la posición tan importante que ocupa", afirma Plaza.

La tercera pata del Plan es el acceso de los pacientes a los nuevos medicamentos. A pesar de que España se encuentra a la cabeza del mundo en los proyectos de investigación y ensayos clínicos, somos uno de los países con mayores problemas a la hora de aprobar nuevos medicamentos.

"Actualmente, se han aprobado 160 nuevas moléculas para la elaboración de medicamentos en Europa, y solo el 53% están disponibles para los españoles", comenta Daoud. Un dato que contrasta con el de otros países europeos como Alemania, con el 90%; Italia, con el 79%; o Francia con el 60%, según los datos aportados por el directivo de Lilly España.

"Los fallos son multifactoriales", afirma Plaza, "los excesivos y anticuados trámites burocráticos complican mucho a las compañías la aprobación de nuevos medicamentos".

Los expertos coincidieron en que esto es un problema grave para el sector, que afecta negativamente a la industria y, directamente, al paciente español, poniéndolo en desventaja frente a otros ciudadanos europeos que tienen acceso a más y mejores medicamentos.