Indices Mundiales

Las bolsas americanas no logran frenar la caída pese al desplome del precio del crudo



    Gráfico DOW-JONESLa caída va en serio, definitivamente. Si el martes se perdían soportes importantes en el EuroStoxx y el miércoles ocurría lo propio en Nueva York, ayer era el Ibex el que perdía las dos zonas clave: 12.100 y 12.045 puntos. El crudo cerró en 67,32 en Nueva York acumulando una caída del 4,2% en cuatro días.

    Si no las reconquista hoy al cierre semanal, habrá confirmado una pauta bajista idéntica a la dejada en mayo y que provocó el hundimiento de junio.

    Por tanto, la sesión de hoy se presenta decisiva para el corto plazo del mercado y quién sabe si para la suerte del final del año. Por el lado internacional, nuestro índice no debe esperar demasiada ayuda: ayer el EuroStoxx cayó más que nosotros (el 0,86% frente al 0,73%) y Nueva York no sólo no fue capaz de repuntar tras el desplome previo, sino que profundizó su caída: el Dow Jones cayó otro 0,66%, el S&P se dejó el 0,48% y el Nasdaq, el más castigado, cedió otro 0,58%.

    Detrás de este notable oscurecimiento de las bolsas en septiembre tras la luz cegadora de agosto, como saben, está el resurgimiento del miedo a la estanflación: un estancamiento económico acompañado de una elevada inflación. Ahora el mayor peligro parece estar en el mercado laboral, el gran pagano hasta ahora del crecimiento de los beneficios empresariales gracias al aumento de la productividad. Ayer, el dato de demandas de subsidios fue en esta dirección.

    Los inventarios crecieron más de lo esperado a costa de la economía (malo) y las propias inmobiliarias pronosticaron una caída de los precios de la vivienda (malísimo). Para completar el panorama, ayer una miembro de la Fed apuntó a nuevas subidas de tipos que no harían sino agravar la ralentización económica.

    Pese a ello, los bonos recuperaron parte de su reciente caída en precio, lo que hizo bajar su rentabilidad hasta el 4,79%. El dólar sí subió frente al euro, que perdió el nivel de los 1,28 y cayó a un mínimo de tres semanas en 1,2737.

    El petróleo siguió de capa caída, esta vez con el dato de reservas semanales en su contra. El barril cerró en 67,32 en Nueva York, con lo que acumula una caída del 4,2% en los últimos cuatro días.