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¿Qué son los 'productos derivados'?
Si es usted un inversor experimentado, sáltese esta página. Este módulo va dirigido a nuestros clientes menos experimentados, que nunca se han atrevido a preguntar por las definiciones más comunes -aunque a menudo totalmente desconocidas- del vocabulario del mundo de los productos derivados.
Los futuros son contratos derivados de un activo subyacente
Los productos derivados o 'derivados' a secas agrupan los contratos a plazo, las opciones, los swaps y los contratos de futuros o "'futuros' a secas. ¿Por qué se habla de productos derivados ? Bueno, porque todos son contratos financieros entre dos o más partes que se derivan del valor futuro de un activo subyacente.
Olvidamos los contratos a plazo, warrants y swaps para examinar los futuros. ¿Qué es un futuro? Un contrato de compra o de venta en firme entre dos partes sobre un activo determinado en una fecha futura también determinada.
Su precio cambia de acuerdo con el mercado, pero es fijo cuando la operación se cierra (los famosos días de 'vencimiento' de futuros que Bolságora menciona en sus comentarios de mercado).
Hay que destacar que se trata de un contrato sobre un activo, sea cual sea este activo. Puede ser un título (como Telefónica), puede ser una cesta de valores (el Ibex 35), puede ser un bono a 10 años, puede ser el dólar, un kílo de patatas, un barril de petróleo, etc.
De hecho, cualquier bien dotado de un valor social tan fuerte como para suscitar un negocio organizado puede dar lugar a un contrato de futuros. Los libros de historia siempre recordan que los primeros futuros fueron contratos sobre el arroz en el siglo XVI en Japón y sobre los bulbos de tulipanes holandeses también en el siglo XVI.
En el siglo XIX, antes de la guerre de secesión, se creó el Chicago Board of Trade (CBOT) para organizar el mercado de granos. Y en 1865, el CBOT lanzó los primeros futuros sobre cereales. Después de un largo período de prohibición o alta regulación (estos productos tuvieron mala prensa durante la crisis del 29... y desde entonces la han tenido en todas las crisis), en 1972 el Chicago Mercantile Exchange fue el primer mercado en operar con contratos sobre futuros financieros, concretamente los futuros sobre divisas. Y luego llegó la explosión de los años 80 y 90. En España, los primeros intentos par organizar un mercado de futuros vienen de los años 1988-1989 y que Meff se creó ...¡en 1991! Los contratos sobre Ibex y renta fija se iniciaron en 1993.
Todos los futuros comparten una seria de características
Ahora bien, si un futuro es un contrato de compra o venta sobre cualquier tipo de activos, SIEMPRE tiene que compartir las mismas características para ser denominado contrato de futuro. Tómense dos minutos para entenderlas:
- El contrato debe ser normalizado, es decir, debe cubrir siempre la misma cantidad del activo subyacente. Por ejemplo, el futuro Ibex tiene un tamaño de 10 veces el índice en euros (ahora mismo, 117.000 euros). El futuro norteamericano sobre petróleo del Nymex tiene una tamaño de 1.000 bariles de petróleo. El futuro sobre la divisa euro-dólar, llamado euro-fx del Chicago Mercantile Exchange, tiene una tamaño de 125.000 euros.
- El mercado es un mercado organizado con la misma fecha de vencimiento para todos los contratos sobre el mismo activo, y una contratación pública del futuro. Una contratación pública quiere decir que todos los partícipes en el mercado conocen al mismo tiempo los precios de las transacciones. Esta transparencia es absolutamente crucial para entender el éxito de los futuros entre el inversor minorista.
- Existe un mercado secundario y se puede abandonar ('cerrar') una posición antes del vencimiento del futuro. Concretamente, un inversor minorista tiene la misma facilidad para comprar o vender un futuro en cualquier momento que para comprar o vender un acción. No hay ningún misterio.
- Siempre se exige el depósito previo de una cantidad de dinero para garantizar el cumplimiento del contrato. Esta garantía se deposita en la cámara de compensación que gestiona el mercado (el inversor no lo sabe porque todo se hace con su broker). Esa garantía NO ES EL PRECIO del contrato que sigue la cotización del activo subyacente. Es una confusión muy frecuente por parte de los inversores principiantes.
- El contrato de futuro es una compra o venta a plazo pero en firme. No es una opción. En una opción, el comprador o vendedor tiene el derecho de comprar o vender el activo subjacente. En el caso de un futuro, el comprador o el vendedor tiene la obligación de ejecutar la transacción.
El futuro del Ibex
Terminamos esta breve presentación con el futuro más conocido de nuestro mercado: el futuro sobre el Ibex 35. Este producto se puede contratar en la mayoria de los bancos y brokers en España. Se gestiona a través de un mercado organizado por Meff (Mercado Español de Futuros Financieros). Tiene un tamaño o nominal de 10 veces el índice Ibex y exige una garantía de contratación de 7.500 euros. Es un contrato mensual que vence el tercer viernes de cada mes.
Veremos en el próximo módulo cómo funciona concretamente la mecánica de contratación y valoración de los futuros.