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La Unión Europea resistiría una futura salida de Grecia de la moneda única

    Unión Europea. <i>Foto: Archivo</i>


    De darse un 'Grexit', la Comisión Europea tendría que relajar los objetivos del Pacto de Estabilidad. El triunfo de Syriza tendría un efecto contagio en países con partidos similares, como Podemos.

    Europa tiene fortaleza para resistir una eventual salida de Grecia del euro. La UE no es la misma que al comienzo de la crisis y se ha blindado con múltiples mecanismos. Eso sí, el abandono heleno no estaría exento de repercusiones: en el pacto de estabilidad supondría una revisión; y en la arena política, una expulsión de Grecia derivada de la victoria del partido de extrema izquierda Syriza y la implantación de sus medidas supondría un riesgo de efecto contagio en otros países con partidos similares en ascenso.

    A poco más de una semana de las elecciones griegas y con la reunión clave del BCE el próximo jueves, todos los ojos están puestos en la estrategia europea para los diversos escenarios. El ascenso del partido que propone una moratoria en el pago de la deuda y acabar con los recortes pone en jaque uno de los pilares básicos sobre los que camina la UE: el pacto de estabilidad. De seguir adelante con su programa, Bruselas deberá decidir si expulsa o no a Grecia, un veredicto que, en cualquiera de sus caras, provocaría una fractura en los mercados, pero para el que, sin embargo, Europa ya se ha blindado. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el FMI e incluso las políticas no convencionales del BCE amortiguarían una posible salida del euro que, no hay que olvidar, se trata de un país que apenas supone el 2 por ciento del PIB de toda la Unión.

    Blindaje de la UE

    La salida de Grecia ya no cuestionaría el proyecto del euro. Es, al menos, lo que opinan los expertos consultados por elEconomista que recuerdan que la Unión Europea no es la misma que antes de la crisis. "Europa gestionaría bien el shock porque los acreedores son bancos europeos que ahora mismo están más cubiertos. Además, se ha creado el MEDE y Europa ha sabido cerrar acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permiten cubrir futuras heridas" explica Fernando Méndez Ibisate.

    El problema -según Miguel Ángel Bernal, profesor y coordinador del departamento de investigación del IEB- es que Europa no tiene un protocolo de expulsión. De querer echar a Grecia debería de hacerlo de manera indirecta. "Si el BCE no financia al país o, más bien, a sus bancos, estarían quebrados. Ahora mismo sostener un banco dentro del euro que no esté financiado por el BCE sería difícil y para un banco griego imposible", explica.

    Además, según las últimas filtraciones, Mario Draghi podría anunciar que limita la compra de bonos soberanos que estén por debajo de BBB-, lo que dejaría fuera a Grecia.

    Factura comunitaria

    Pese a que la UE es fuerte para soportar una eventual salida de Grecia, ésta no saldría gratis. Como señala CEOE en un informe, "los mercados financieros han vuelto a cuestionar la capacidad de Grecia de financiar su deuda pública", una situación que, sin duda, se agravaría en el caso de un Grexit, término acuñado para la salida helena. La volatilidad, además, sería trasladable a las primas de riesgo que crecerían de manera inmediata.

    Revisión del pacto de estabilidad

    Por otro lado, estaría la deuda soberana griega, cuyo montante han ido reduciendo los bancos españoles hasta dejarla a cero. España, sin embargo, sí que podría perder el dinero que comprometió en el rescate heleno, esto es, 29.076 millones de los 245.000 millones que costó el salvavidas. Más perdería aún Alemania (66.308), Francia (49.795) e Italia (43.756). Estos montantes, a corto plazo, "deberían llevar a la Comisión Europea a abrir la mano con el pacto de estabilidad", señala Bernal. El analista calcula que, como mínimo, Bruselas debería flexibilizar el compromiso de déficit hasta el 7 por ciento desde el 3 por ciento que tiene pactado para 2016.

    Grecia, principal agraviado

    La nueva moneda que adaptaría Grecia en el caso de que saliera del euro se devaluaría rápidamente respecto a la moneda única, lo que supondría un colapso total de sus importaciones. Es la tesis de Juan Fernando Robles, profesor de Banca, quien explica que "esto ayudaría en un principio a los productores griegos e incluso mejoraría las exportaciones, ya que sus precios les convertiría en más competitivos". Es la buena cara de un Grexit a corto plazo para los griegos que, sin embargo, tendría consecuencias adversas a largo plazo. "Hay que pensar que también se devaluarían los salarios, pensiones y subsidios, con lo que, unido a una subida de la inflación, haría imposible el auge de la economía griega ", explica.

    Con una economía cada vez más empobrecida, "lo que se haría imposible es pagar las deudas griegas que seguirían definidas en euros lo que llevaría a infinitos impagos", señala Robles. Uno de los escenarios que pronostican los expertos es que "nadie querría prestar dinero a Grecia, con lo que el miedo llevaría a la gente a sacar el dinero de los bancos y estaríamos ante un nuevo corralito", aduce el profesor Fernando Méndez Ibisate.

    Fracaso de un proyecto político

    Además, la salida de Grecia llevaría a plantearse la pertenencia misma de uno de los países más europeístas. Conviene recordar que Grecia entró en 1981 en el espacio político-económico europeo. "Perdería, pues, la UE y perdería, por supuesto, Grecia, un país que sufre numerosas tensiones y que quedaría aislado de la zona de influencia económica europea y también tendría consecuencias geoestratégicas", valora el experto Diego Crescente.

    La otra incógnita es si la llegada de Syriza al poder podría conllevar un posible ascenso de partidos espejo en otras partes de Europa, como Italia, Portugal o la propia España con Podemos.

    Las elecciones del 25 de enero, en todo caso, supondrán una prueba de fuego. Más que a formaciones enfrentadas, se mide si es posible o no que el hartazgo de una población que ha sufrido muchos recortes se convierta en rechazo al camino establecido por Bruselas. "El hecho de que gane Syriza puede animar a pensar en España que las propuestas de IU o Podemos son posibles", adelanta el catedrático en economía José Andrés Fernández Cornejo. Por otro lado, "aún quedan muchos meses para las generales y puede ser un referente de que el ascenso de Syriza no representa acatar políticas antisistema".