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Los griegos desafían al euro y votan un Gobierno contrario a la austeridad



    Victoria histórica para la izquierda y el partido Syriza de Alexis Tsipras. Con el 66,47 por ciento de los votos escrutados, al cierre de esta edición, la formación se alza con un 36,05 por ciento de los votos, lo que se traduce en 149 diputados una vez sumado el bonus de 50 escaños previsto en la legislación electoral griega para el partido que más votos logre. A la espera de unos resultados más afinados, estas cifras le acercan más de lo previsto a la mayoría absoluta, que está en 151 escaños.

    La diferencia entre Syriza y la conservadora Nueva Democracia, que ocupa el segundo lugar, estaba, al cierre de esta edición, a ocho puntos porcentuales, con el partido de Antonis Samarás consiguiendo un porcentaje de un 28,14 por ciento y unos 77 diputados. En espera de unos resultados oficiales y más representativos ?los definitivos se conocerán mañana martes?, la diferencia entre ambas formaciones supera los pronósticos publicados en la prensa durante las últimas semanas, y otorga a Syriza una victoria clara y contundente, por lo menos hasta el cierre de esta edición.

    Voto contra la austeridad

    El gran ganador de la jornada, Alexis Tsipras, subrayó la importancia del resultado griego tanto en la misma Grecia como para los pueblos de Europa. El líder de Syriza dijo que se acaban cinco años de austeridad y de desastre, y que el país vuelve a recuperar la dignidad y el optimismo. "Vamos a formar un Gobierno de representación nacional y nos dirigimos a todos los griegos, independientemente de su voto. Los griegos no nos han dado un cheque en blanco, sino un mandato para reorganizar el país", dijo Tsipras en la Universidad de Atenas. Lanzó un mensaje mas bien tranquilizador hacia los mercados, indicando que Grecia va a colaborar con sus socios internacionales sobre una base sostenible y justa. Pese a este guiño a la UE, el futuro primer ministro heleno no dudó en asegurar que la decisión del pueblo griego "hace que la troika de acreedores sea pasado". "Grecia cambia el rumbo y deja la austeridad tras cinco año de humillación", sentenció.

    Para los miembros de Syriza, la victoria es el mensaje más claro de la sociedad griega que demanda el fin de la austeridad severa y la busca de vías alternativas.

    Según los primeros datos, el nuevo Parlamento heleno estará compuesto como mínimo por siete partidos y como máximo por ocho, algo que refleja una gran fragmentación en el cuerpo electoral y también una polifonía nunca vista en el arco parlamentario griego, donde Nueva Democracia y el tradicional partido socialista Pasók han copado históricamente hasta el 80 por ciento de los votos.

    Lucha por la tercera posición

    Otra sorpresa que suponen las encuestas de salida se encuentra en el tercer lugar, donde el partido neonazi de Amanecer Dorado parece que logra otro triunfo electoral, combatiendo con To Potami, de centro, por la tercera posición.

    El logro de Amanecer Dorado supone aún más mérito si se tiene en cuenta que la cúpula de la formación está en la cárcel desde hace año y medio, otros miembros están en arresto domiciliario, mientras que el mismo partido sufrió una exclusión de cualquier medio de comunicación durante toda la campaña electoral.

    To Potami también parece que consigue superar los porcentajes logrados en las elecciones europeas del año pasado, consolidándose como una presencia política de peso en el Parlamento. Potami y AD combatirán por la tercera posición hasta el final del recuento de votos.

    Por detrás de los cuatro primeros partidos viene, siempre pendientes de resultados definitivos, el comunista KKE, con una ventaja de medio punto porcentual por delante de los socialistas del Pasók. El KKE, un partido que comparte raíces históricas con el ganador Syriza, ha mantenido siempre una estricta línea anti-UE, descartando, al mismo tiempo, la posibilidad de formar una coalición parlamentaria con el partido de Tsipras.

    El Pasók se hunde

    Por otro lado, el Pasók sufre otra disminución de sus porcentajes, por terceras elecciones consecutivas (2012, 2014 y 2015) en resultados que prácticamente suponen que ha perdido definitivamente su base en la sociedad.

    El último partido que de momento parece asegurar su entrada en el Parlamento son los Anel (Griegos Independientes) de Panos Kamenos. Según los últimos análisis, Anel era un posible socio en un Gobierno de coalición encabezado por Syriza, una opción que no se puede descartar aunque Tsipras logre la mayoría absoluta.

    Sin embargo, el logro o no de la mayoría absoluta se esperaba de forma definitiva dentro de las próximas horas, en la madrugada de hoy, ya que depende de gran medida del porcentaje final que recibirán los partidos que quedarán fuera del umbral del Parlamento (el requisito para entrar es el 3 por ciento de los votos).

    Papandreu, clave para Syriza

    La gran incógnita es si Kínima, el partido del exprimer ministro Yorgos Papandreu, logra entrar en el Parlamento. Hasta el momento que se escribían estas líneas, y pendientes de conocer resultados oficiales definitivos, la sensación es que Papandreu sufrirá para conseguirlo.

    En el caso de que no lo consiga, la mayoría absoluta será una tarea más factible para Syriza. Hay que recordar que según las estimaciones hasta el sábado, horas antes de que se abriesen las urnas en Grecia, la mayoría absoluta la lograría el partido que consiguiese reunir un 38 por ciento de los votos (un margen que parece que Syriza puede cubrir) y siempre bajo la condición que los partidos que no entren en el Parlamento reuniesen un 8 por ciento.

    Según los últimos datos representativos, estos partidos reúnen un 8,5 por ciento de los votos, algo que supone que el Kínima de Yorgos Papandreu se queda in extremis fuera del Parlamento, un dato que puede beneficiar a Syriza a la hora de lograr el número mágico de 151 diputados, incluyendo los 50 escaños de regalo ya mencionados.

    El primer miembro de la cúpula de Syriza que hizo ayer declaraciones, teniendo en cuenta los primeros resultados oficiales y representativos, fue Panayotis Lafazanis, miembro histórico del partido y también miembro del equipo económico de Syriza. Lafazanis subrayó que el plan financiero que hoy, lunes, presentará en el Eurogrupo el actual ministro de Finanzas griego, Gikas Jardúvelis, es "papel mojado", ya no tiene ninguna validez. En esta línea, Lafazanis aseguró que desde el primer día de su Gobierno Syriza demandará "la anulación de gran parte de la deuda pública".

    Un detalle que también tiene su interés es que el primer político griego que se apresuró a felicitar a Alexis Tsipras por la victoria de su partido ha sido Dimitris Avramópulos, representante de Grecia en la Comisión Europea y vicepresidente de Nueva Democracia que, por cierto, puede ser una candidatura considerable a la Presidencia de la República helena. De los líderes europeos, y he aquí otro punto interesante, que primero felicitaron por teléfono a Tsipras, fue el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

    En el campo de los grandes perdedores de la jornada electoral, cabe destacar que para Nueva Democracia la derrota de ayer abre el debate sobre el liderazgo del propio partido. Será muy difícil que el actual primer ministro Antonis Samarás siga encabezando la formación conservadora si está en la oposición, y no faltaron las voces, incluso poco después de conocerse los primeros datos oficiales de la votación, que hablaron de retorno del antiguo primer ministro, Kostas Karamanlis.

    Ambiente pesado es la característica que también domina en el socialista Pasók. Del 12,28 por ciento de las elecciones de 2012, los socialistas pierden más de la mitad de su fuerza electoral, conformándose con un porcentaje que no supera el 5 por ciento, algo que puede suponer una representación parlamentaria con hasta 20 diputados menos que en 2012 (de 33 a 14).

    Tanto si Syriza logra in extremis la mayoría absoluta, como en el caso contrario, Alexis Tsipras tiene que buscar socios en el Parlamento. Algunos analistas estiman que una mayoría de 151 diputados, aunque parezca frágil, puede suponer mayor disciplina dentro del partido y de este modo puede ofrecer a Syriza la estabilidad que necesita para avanzar con su programa. No obstante, habrá varias ocasiones en las que será necesaria una mayoría ampliada para conseguir el sí del Parlamento, y entre ellas se pueden incluir los importantes planes económicos, y también la votación para nombrar Presidente de la República, que se olvida que ha de ser una de las primeras prioridades del nuevo Parlamento independientemente de su composición.

    Aparte de ser las elecciones generales más controvertidas en la historia del país, han sido también las más mediáticas. El interés internacional ha batido récords históricos, con un total de 1.015 periodistas acreditados, corresponsales, observadores de países extranjeros y representantes de delegaciones diplomáticas.

    De ellos, unos 741 son corresponsales de países extranjeros y 590 de ellos llegaron a Grecia específicamente para las elecciones. Hay que destacar que el grupo más numeroso es de los periodistas acreditados es el español, que asciende a 70 profesionales.

    El día después

    El día siguiente a su incipiente victoria, Syriza se enfrentará a un calvario de obligaciones financieras que no hay que olvidar por causa de la euforia de la victoria electoral. Dentro del ejercicio 2015 Grecia tiene que cubrir necesidades financieras que alcanzan los 22.500 millones de euros. De esta cantidad, unos 4.500 millones se tienen que pagar dentro del primer trimestre del año, mientras que en total unos 17.800 se tendrán que pagar hasta el mes de agosto.

    La dificultad de esta situación radica no sólo en el nivel de compromiso, sino también en las condiciones en que debe moverse la Agencia de Gestión de la Deuda Pública y el nuevo ministro de Hacienda. Durante la mayor parte de 2015, Grecia no recibirá otras ayudas por parte de la UE o del FMI, y por tanto el endeudamiento público deberá diseñarse sobre la lógica de las líneas de crédito y la salida a los mercados después de cuatro años de ausencia.

    La participación más baja

    Un dato que hay que destacar en las elecciones de ayer en Grecia es la baja participación. Hasta el cierre de la edición, los datos oficiales del Ministerio de Interior indicaban que los griegos acudieron a las urnas en un porcentaje que toca el 60 por ciento, una cifra por debajo de las correspondientes en las últimas cuatro jornadas electorales, desde el 2007 hasta hoy.

    De hecho, hasta las 22h (hora de España) de ayer, la participación de los votantes alcanzaba el 60,53 por ciento, por debajo del 62,5 por ciento en junio de 2012, del 65,1 por ciento en mayo de 2012, del 71 por ciento en 2009 y del 75 por ciento en 2007. Los analistas estiman que una participación más alta podría haber favorecido más a Syriza que a los demás partidos, especialmente en circunscripciones clave como las dos circunscripciones de Atenas (que se consideran como bastiones de Syriza) y en la correspondiente de Salónica.