El Ejecutivo francés dimite en bloque tras sus críticas a la política de recortes
- El primer ministro de Francia, Manuel Valls, presenta la dimisión a Hollande
- Todo apunta a la formación de un nuevo Ejecutivo mañana martes
- Economía abogaba por hacer frente a la "obsesión" de Alemania con la austeridad
El primer ministro de Francia, Manuel Valls, ha presentado este lunes la dimisión de su Gobierno al presidente François Hollande, en medio de las discrepancias por la política de recortes y de cara a la formación de un nuevo Ejecutivo el martes, según ha anunciado el Elíseo.
Según el diario francés Le Monde, tras una reunión de una hora con Hollande, Manuel Valls le ha presentado su dimisión y la de su gobierno, una decisión que ya ha hecho oficial el Eliseo.
El jefe de Estado, François Hollande, ha pedido a su primer ministro que constituya "un equipo coherente con las orientaciones que el mismo ha definido para el país", destaca el comunicado de la presidencia de la República Francesa.
La obsesión con la austeridad
Este fin de semana, el ministro de Economía de Francia, Arnaud Montebourg, ha afirmado precisamente que París debe hacer frente a la "obsesión" de Alemania con la austeridad y promover políticas alternativas en la zona euro que apoyen el consumo en los hogares.
El ministro francés ha sostenido que las medidas de reducción del déficit que se están aplicando en el continente desde el inicio de la crisis han dañado las economías del continente, advirtiendo de la necesidad de un cambio de rumbo para evitar el surgimiento de partidos populistas y extremistas.
"Francia es la segunda economía de la eurozona, el quinto poder (económico) mundial, y no pretende alinearse con la excesiva obsesión de los conservadores alemanes", ha manifestado Montebourg.
"Por ello, ha llegado el momento de que Francia y su Gobierno, en nombre de la supervivencia de la Unión Europea, cree una resistencia justa y sana (a dichas políticas económicas)", ha agregado.
En este sentido, ha asegurado que existe un creciente consenso entre los políticos y los economistas sobre la necesidad de aplicar políticas centradas en el crecimiento, citando a su homólogo alemán, el socialista Sigmar Gabriel, y al primer ministro italiano, Matteo Renzi, como aliados potenciales.
Montebourg ha añadido que, además, ha solicitado personalmente al presidente francés, François Hollande, "un cambio drástico en la política económica francesa" para pasar a centrarse en renovar el consumo.
La segunda economía de la zona euro es, hoy por hoy, la que arroja algunos de los datos más preocupantes. El país cosecha cifras negativas trimestre tras trimestre. El desempleo roza ya el 11% -el doble que Alemania- y acumula cinco millones de parados. La deuda pública es de dos billones de euros -el 93,6% de su PIB- y analistas internacionales, como el FMI, le auguran un anémico crecimiento del 0,7% este año.
No levanta cabeza
La economía francesa siguió estancada en el segundo trimestre del año, con un crecimiento del 0%, al igual que ya había sucedido entre enero y marzo, de acuerdo con los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE). Los analistas esperaban un exiguo avance del 0,1%.
La semana pasada, el Gobierno francés anunció la puesta en marcha en breve de medidas para impulsar la construcción residencial y reducciones fiscales para los hogares con rentas bajas.
Bruselas insiste en las reformas
La Comisión Europea ha rechazado pronunciarse sobre la crisis de Gobierno abierta en Francia tras la dimisión del Ejecutivo encabezado por el primer ministro, Manuel Valls, porque constituye una cuestión de "política interna" pero ha recordado el compromiso del presidente, François Hollande, de "mantener" la senda de las reformas en el país.
"Estamos al tanto de lo que está ocurriendo en Francia, pero no vamos a comentar lo que es una situación de política interna y que se está desarrollando", ha manifestado en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo comunitario, Chantal Hughes.
La portavoz ha recordado en todo caso el compromiso de Hollande y del primer ministro a la hora de "mantener" las reformas en Francia y ha defendido la validez de las recomendaciones en materia de reformas del Ejecutivo comunitario.