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Yanukovich anuncia una "tregua" y negociaciones con la oposición ucraniana
El anuncio, realizado con un comunicado en la página web presidencial, llega después de que varios países occidentales amenazaran con imponer sanciones por los peores sucesos desde su independencia de la Unión Soviética, presionando al presidente para que llegue a un acuerdo con sus rivales europeístas.
Yanukovich, que cuenta con el apoyo de Rusia, denunció el derramamiento de sangre que tuvo lugar durante la noche en el centro de Kiev como un intento de golpe de Estado, al tiempo que su servicio de seguridad lanzó una "operación antiterrorista" en todo el país, después del saqueo de depósitos de armas y municiones.
En el oeste del país, bastión del nacionalismo ucraniano, una asamblea regional declaró el autogobierno y las multitudes ocuparon edificios públicos.
El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, condenó duramente la violencia y advirtió de consecuencias si continuaba, mientras que los dirigentes de la Unión Europea dijeron estar preparando sanciones dirigidas contra los responsables del "uso injustificado de la fuerza por parte de las autoridades ucranianas".
Responsables comunitarios dijeron que el presidente Yanukovich no estaría incluido para mantener las vías del diálogo abiertas. Los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia y Polonia se reunirán con él el jueves, horas antes de una reunión de emergencia de la UE para decidir sobre las sanciones.
Estados Unidos, enfrentada directamente a Rusia en una disputa con fuertes reminiscencias de la Guerra Fría, urgió a Yanukovich a retirar a la policía, decretar una tregua y hablar con la oposición.
El Ministerio de Defensa ucraniano dijo que el Ejército podrían participar en una operación antiterrorista a nivel nacional, organizada por el servicio estatal de seguridad.
Un decreto presidencial posterior designó al nuevo jefe de las fuerzas armadas, el almirante Yury Ilyn, en lugar del general-coronel Volodymyr Zamana, sin dar explicaciones por el motivo del cambio.
SI FALLA EL DIÁLOGO
Mientras Obama dijo que cree que aún es posible un acuerdo pacífico, el primer ministro polaco, Donald Tusk, habló de las alternativas si falla el diálogo.
"¿Y si no se alcanza un compromiso?" preguntó en el parlamento. "Tendremos anarquía y quizá la división del estado o guerra civil, de la cual podríamos estar viendo el principio".
Los manifestantes ocupan el centro de Kiev desde hace casi tres meses, a raíz de que Yanukovich rechazara un tratado comercial con la UE y aceptara un plan de rescate de Rusia por 15.000 millones de dólares.
La nación de 46 millones de habitantes con una economía en crisis y una corrupción endémica ha pasado a ser objeto de un lucha geopolítica entre Moscú y Occidente, representada en los enfrentamientos que se registraron durante la noche en la plaza de la Independencia de Kiev.
El portavoz del presidente ruso Vladimir Putin insistió en que el Kremlin mantiene su política de no intervención en Ucrania. Putin y Yanukovich hablaron por teléfono durante la noche y calificaron los sucesos como un intento de golpe de Estado, dijo el Kremlin.
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, culpó a Occidente de animar a los radicales de la oposición a "actuar fuera de la ley".
Moscú anunció el lunes la reanudación de la ayuda a Kiev, que había estado interrumpida, al inyectar 2.000 millones de dólares en efectivo horas antes de que comenzara la represión, aunque el dinero no ha llegado aún y el portavoz del Kremlin no especificó cuándo llegaría.
Después de una noche de cócteles molotov y tiroteos en la plaza de la Independencia (Maidan), densas columnas de humo negro surgían de un edificio sindical quemado que los organizadores de las protestas habían utilizado como cuartel.
Las fuerzas de seguridad ocuparon un tercio de la plaza - la que se encuentra cerca de las oficinas del Gobierno y el Parlamento - mientras los manifestantes trataban de reforzar sus defensas en lo que queda de una plaza que han rebautizado "Euromaidan".
En un comunicado divulgado por Internet en la madrugada, Yanukovich dijo que se había abstenido de recurrir a la fuerza desde el comienzo de los disturbios, pero que estaba siendo presionado por sus "asesores" para adoptar una línea más dura.
"Sin ningún mandato del pueblo, ilegalmente y en una violación de la Constitución de Ucrania, estos políticos -si se puede usar ese término- han recurrido a linchamientos, incendios provocados y asesinatos para tratar de tomar el poder", dijo el presidente.
Yanukovich declaró el jueves como día de luto por los muertos.
Un líder de la oposición, el campeón mundial de boxeo reconvertido en político Vitaly Klitschko, abandonó durante la noche del martes una reunión con Yanukovich diciendo que no podía negociar mientras se estaba derramando sangre.
Aunque la violencia disminuyó al amanecer, la plaza parecía un campo de batalla, con el suelo carbonizado por cócteles molotov. Jóvenes con cascos y pequeñas hachas y mujeres mayores usaban sus manos para arrancar adoquines y usarlos como munición.
El Ministerio de Sanidad informó de la muerte de 26 personas en la capital, de las que diez eran policías. Un responsable del ministerio citado por Interfax dijo que 263 manifestantes estaban siendo atendidos por heridas, así como 342 agentes, sobre todo por armas de bala.
El Ministerio del Interior dijo que cinco de los policías muertos habían sufrido heridas idénticas de disparos de francotiradores en cabeza y cuello. Periodistas vieron a algunos manifestantes armados en las barricadas.
/Por Richard Balmforth y Natalia Zinets/