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Mladic se niega a testificar en apoyo de Karadzic en La Haya



    LA HAYA (Reuters) - El exjefe militar serbobosnio Ratko Mladic se negó el martes a declarar en favor del que fuera su aliado durante la guerra Radovan Karadzic, denunciando al tribunal de crímenes de guerra de la ONU como "satánico" y afirmando que no quería incriminarse.

    Mladic, exgeneral que dirigió las fuerzas separatistas serbobosnias, y Karadzic, el líder político, están acusados de responsabilidad en la masacre de 8.000 varones musulmanes en Srebrenica hacia el fin de la guerra de Bosnia (1992-95).

    Los dos están procesados por separado, cada uno de ellos acusado de participar en una conspiración para usar el asesinato y el terror para "limpiar étnicamente" Bosnia de musulmanes y croatas, de cara a crear un estado serbio puro tras la secesión de la república de la entonces Yugoslavia federal.

    Si se demostrara que los dos hombres no compartían su supuesto conocimiento de los acontecimientos sobre el terreno durante la guerra, eso reforzaría la afirmación de Karadzic de que Mladic y él carecían de un plan común para expulsar a musulmanes y croatas, lo que podría exonerar al exlíder político serbobosnio.

    Con apariencia frágil, Mladic, de 71 años, dijo a los jueces que no reconocía al tribunal donde había sido llamado a testificar a petición de Karadzic.

    "No reconozco al tribunal", dijo al juez O-Gon Kwon que lo presidía. "Es una creación de la OTAN. Es una corte satánica".

    Pero después de decírsele que se arriesgaba a ser acusado de desacato al tribunal, pidió a los guardias de seguridad, farfullando, que le trajeran su dentadura postiza "para poder hablar mejor" y comenzó el contrainterrogatorio tras un breve receso.

    La guerra de Bosnia, que fue parte de la desintegración sangrienta de Yugoslavia, terminó con un acuerdo de paz cerrado en la base aérea de Dayton, en Estados Unidos, en 1995 tras los ataques aéreos de la OTAN, que forzaron a los serbobosnio a sentarse en la mesa de negociación.

    Mladic intentó por primera vez quedarse al margen del tribunal cuando el año pasado Karadzic, de 68 años, trató de llamarle como testigo de la defensa. Karadzic, que intentó distanciarse de los crímenes que los investigadores atribuyen a Mladic, luego fue convocado por los jueces, que le obligaban a comparecer.

    MLADIC CITA PROBLEMAS LEGALES Y DE SALUD

    Karadzic tenía una lista de seis preguntas que quería hacerle a Mladic, centradas en el conocimiento que el general tenía de la masacre de Srebrenica y el asedio serbio a Sarajevo, y cuánta de esa información había pasado a Karadzic.

    Se esperaba que Karadzic argumentara que los dos no tenían un plan común y que no estaba al tanto de las actividades de su general más veterano, no haciéndose personalmente responsable del peor derramamiento de sangre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

    Mladic dio la misma respuesta al responder a cada pregunta: "No puedo y no deseo declarar (..) porque afectaría a mi salud y perjudicaría a mi propio caso", dijo, ofreciendo en su lugar leer un comunicado de siete páginas que dijo que había escrito la noche anterior, algo a lo que se negaron los jueces.

    La vista concluyó en menos de dos horas y Mladic fue sacado de la sala, intercambiando inclinaciones de cabeza con Karadzic.

    "Muchas gracias, Radovan. Lo siento, estos idiotas no me harán hablar. Defienden a la OTAN", dijo al pasar, en referencia al tribunal.

    Al bajar del banquillo de los testigos, Mladic sonrió a la galería del público, que está separado de la sala por un panel de cristal a prueba de balas.

    Antes, su abogado, Branko Lukic, había dicho a los jueces que la delicada salud de Mladic, resultado de una serie de ataques que le han dejado parcialmente paralizado, le habían ocasionado lapsus de memoria y que no era capaz de distinguir la realidad de la ficción.

    Karadzic y Mladic fueron acusados poco después del fin de la guerra, que costó 100.000 vidas, pero pasaron huidos más de una década en Serbia antes de ser arrestados.

    Ambos afrontan cadena perpetua si son condenados por los cargos que incluyen crímenes contra la humanidad y genocidio.

    /Por Thomas Escritt/