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Merkel acepta... habrá Gran Coalición

    Angela Merkel, canciller alemana, aún en funciones. <i>Imagen: Archivo</i>


    Angela Merkel ha considerado que, por el bien de la futura Gran Coalición, era ya el momento de hacer concesiones. O al menos de anunciar que va a hacerlas. No era difícil de adivinar que si al final había acuerdo entre los dos grandes partidos alemanes, éste pasaría por el salario mínimo interprofesional, una exigencia que el SPD recuerda todas las semanas como imprescindible para lograr cualquier consenso.

    En su caso, sin embargo, lo hace sobre todo para ganar apoyos entre sus bases en favor de su entrada en el Gobierno y recordar que tiene algo que decir en estas conversaciones.

    El salario mínimo

    Sin embargo, hace semanas que expertos económicos de todas las tendencias cuentan con la puesta en marcha de la medida, y sus hasta ahora detractores han modificado su discurso para hacer aportaciones sobre cómo tiene que aplicarse esta normativa. Incluso los últimos días se habían propuesto alternativas como una normativa por sectores y edades como el modelo británico o un salario mínimo diferente en el este y en el oeste.

    Sea como sea, Merkel aprovechó el encuentro ayer de diferentes personalidades en un foro organizado en Berlín para asegurar que cederá en esta cuestión ante las demandas de sus futuros socios. En concreto, aseguró que "una observación real de la situación deja ver enseguida que por parte de los socialdemócratas no habrá frutos en la negociación si no aceptamos el salario mínimo universal por ley", algo a lo que ellos no se opondrán por el bien del pacto. Sin embargo recordó también que no es su propuesta, y que intentará mitigar todo lo que pueda los efectos perjudiciales de la medida en la economía, que auguran los teóricos afines a su partido.

    Así, se comprometió a "intentar hacerlo todo para evitar la pérdida de puestos de trabajo" y recordó que "en cualquier otra coalición los resultados habrían sido peores". Además, como contrapartida a los suyos, Merkel aseguró que no habrá nada del aumento de impuestos a las rentas más altas que también pedían los socialdemócratas para entrar en el gobierno.

    El pasado fin de semana los socialdemócratas celebraron en Leipzig un congreso ordinario que, entre otras cosas, sirvió para recordar que el pacto de Gran Coalición genera todavía mucha desconfianza entre las bases del partido.

    Unos días en los que no faltaron voces que diagnosticaban grandes dificultades para conseguir un pacto, debido a los pocos avances en las negociaciones cuando habían pasado ya dos meses de los comicios. Conscientes de ello, la cúpula del partido se comprometió a consultar a toda la militancia antes de firmar cualquier acuerdo.

    Guiño a Rajoy

    La canciller aprovechó ese encuentro para calificar de "éxito" el rescate bancario español y para señalar que Europa ha logrado reducir los déficits presupuestarios de los países, rebajar los costes laborales y registrar unos menores desequilibrios por cuenta corriente. Al mismo tiempo, subrayó que Portugal está en una senda difícil, pero "muy buena" y remarcó el increíble esfuerzo acometido por Grecia.