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Los seis retos a los que se enfrenta la economía China para evitar el estancamiento



    La economía china no para de crecer. Su modelo de expansión ha estado basado en las exportaciones, un sector muy competitivo que ha tirado siempre del PIB y un motor que, sin embargo, puede estar viviendo sus últimos días. Ahora, China busca un nuevo modelo de crecimiento en el que el consumo interno tenga un mayor peso dentro del PIB.

    Estos son los retos de la economía China para lograr un crecimiento estable y prolongado en el tiempo, según resume hoy el diario El País:

    -Implementar nuevas reformas y luchar contra el estancamiento político: Yao Zhongqiu, vicepresidente del Comité Académico del Instituto de Economía Unrile, ha destacado que "el proceso de reformas chinas se ha estancado en la última década, lo cual ha causado una grave crisis en la política china".

    -La lucha contra los monopolios estatales que controlan el sector energético y la banca. El Gobierno chino no contempla privatizar estos gigantes públicos, pero sí plantea establecer reformas que creen un ambiente competitivo y que puede desembocar en crecimientos de la productividad.

    -Reformar el sistema fiscal para que los Gobiernos locales puedan gestionar mejor su endeudamiento sin tener que recurrir a la venta de suelo para obtener dinero.

    -Luchar contra la total dependencia de las exportaciones. El Gobierno chino pretende que el consumo y el sector servicios incrementen su protagonismo en la economía. Para lograr este objetivo se pretende urbanizar el país y que la población china vea crecer su renta disponible.

    -Reducir las brechas sociales. China cuenta con más de 40 millones de ricos, pero aún son más los que viven en condiciones de pobreza o sus niveles de rentas son muy bajos. Una sociedad igualitaria y equilibrada es fundamental para evitar enfrentamientos internos.

    -Atajar los crecientes problemas medioambientales que están repercutiendo sobre la salud de la población.

    Sin estas reformas, China corre el riesgo de caer en la llamada trampa de los ingresos medios. Una situación peligrosa, los costes de producción serían demasiado elevados como para que el sector exportador continuase manteniendo su nivel de competitividad (fabricación barata). Pero el nivel de la industria aún es insuficiente para crear bienes y servicios con el valor añadido suficiente para competir con las industrias de los países occidentales.