Liberada la familia francesa secuestrada en Camerún
La familia fue secuestrada el 19 de febrero por hombres armados en motocicletas mientras estaba de vacaciones cerca del parque nacional Waza, en el norte de Camerún, a unos 10 km de la frontera con Nigeria.
"Hablé con el padre esta mañana... Me dijo lo feliz y aliviado que estaba", dijo el presidente francés François Hollande en una rueda de prensa en París. "Es un alivio inmenso. Esto redoblará nuestra determinación para liberar a los rehenes que quedan".
Ocho rehenes franceses siguen retenidos por grupos militantes islamistas vinculados con Al Qaeda en la región del Sahel.
Ferdinand Ngoh Ngoh, secretario general de la presidencia de Camerún, dijo a la radio estatal que todos los miembros de la familia estaban vivos y bien, y que fueron entregados a las autoridades de Camerún a última hora del jueves.
El norte de Camerún, de mayoría musulmana, está considerado dentro de la zona de influencia operativa de los activistas islámicos, incluyendo el grupo Boko Haram, la mayor amenaza para la seguridad de Nigeria.
Hombres armados que afirmaron pertenecer a Boko Haram difundieron vídeos de la familia en marzo, amenazando con matarles a menos que Nigeria y Camerún liberasen a militantes islamistas detenidos.
Camerún negó que tuviese a militantes detenidos y no estaba claro si se habían satisfecho algunas de las exigencias del grupo.
Hollande dijo que se habían llevado a cabo negociaciones secretas para garantizar la puesta en libertad de los rehenes durante las pasadas semanas pero negó el pago de un rescate.
"Francia no ha cambiado su posición, que es la de no pagar rescates", dijo.
La familia estaba en la capital de Camerún, Yaundé, donde el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, tenía previsto reunirse con ellos, dijo una fuente francesa. Serán repatriados a Francia tan pronto como sea posible.
Tanguy Moulin-Fournier, el padre de la familia, trabajaba en Camerún para la firma eléctrica francesa GDF Suez GSZPA. Fue secuestrado con su mujer, dos hijas y dos hijos, y su hermano, que estaba de visita por vacaciones.
La liberación de rehenes es una inusual buena noticia para el gobierno de Hollande, que está luchando para reducir el desempleo y recuperar su imagen tras un escándalo de fraude fiscal que obligó a dimitir a su ministro de presupuesto.