La ONU enviará ayuda alimentaria a Corea del Norte tras las inundaciones
Al menos 169 personas han muerto, 144 están heridas, 400 desaparecidas y finalmente unas 212.000 se han quedado sin hogar por las inundaciones del mes pasado en Corea del Norte, según informa la agencia oficial del régimen, la KCNA.
Las inundaciones, que se prolongaron desde finales de junio al 31 de julio, han destruido completa o parcialmente más de 8.600 casas y más de 43.000 domicilios se encuentran inundados en las provincias de Phyogan y Hamgyong. El número total estimado de desahuciados es de 212.200. Los daños para la agricultura han sido cuantiosos en un país caracterizado por sus hambrunas. Al menos 65.000 hectáreas de cosechas se encuentran inundadas, según los datos divulgados por la agencia oficial.
La ONU enviará ayuda
La agencia surcoreana Yonhap detalló a su vez que el envío de ayuda humanitaria por parte de Naciones Unidas supondrá un total de 336 toneladas de alimentos para los afectados por las lluvias torrenciales.
Una misión de la ONU que viajó esta semana a las zonas asoladas comprobó que las inundaciones produjeron daños "considerables" en los cultivos de maíz, soja y arroz y advirtió de la necesidad "inmediata" de asistencia.
Está previsto que en septiembre el PMA efectúe una evaluación exhaustiva de la situación alimentaria y las perspectivas de producción de alimentos en el país comunista, añadió el comunicado del organismo.
Corea del Sur ha indicado que por el momento no prevé ofrecer ayuda al Norte, a la que en otras ocasiones ha asistido en situaciones de desastre por motivos humanitarios pese a las tensiones bilaterales.
Corea del Norte se ve seriamente afectada por las lluvias torrenciales durante la época de los tifones de verano, cuyos efectos se agravan a causa de la deforestación, que provoca grandes desprendimientos de tierra, y de los pobres sistemas de drenaje y control de crecidas.
En verano del año pasado unas 30.000 personas perdieron sus casas en el país comunista debido a las inundaciones, que en 2007 fueron especialmente trágicas al dejar cientos de muertos y desaparecidos y graves pérdidas económicas.
Los estragos causados por los tifones en las áreas agrícolas agravan, además, la crónica situación de escasez alimentaria del país, que depende de la ayuda exterior al ser incapaz de producir suficientes alimentos para sus alrededor de 24 millones de habitantes.