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Los talibanes controlan el 10% de Afganistán y Karzai, ni un tercio



    Al menos 29 talibanes afganos murieron entre el miércoles y este jueves en el sur de Afganistán cuando intentaban proteger un campo de amapola destinada al tráfico de opio, destruido finalmente por la policía, informó ese cuerpo de seguridad.

    Un comandante rebelde de primer plano murió en los enfrentamientos, que se produjeron en la provincia de Helmand, bastión de los talibanes y principal zona productora de opio en Afganistán, país que suministra al mercado mundial el 90% de esa materia que sirve para fabricar heroína.

    Con cohetes y armas automáticas, los talibanes atacaron a los policías y a los empleados que estaban encargados de erradicar esa plantación, indicó a AFP el jefe de la policía de Helmand, el general Mohammad Hussein Andiwal.

    Los talibanes dañaron un coche de la policía e hirieron a un policía.

    Los enfrentamientos duraron seis horas, añadió el general Andiwal.

    "Al menos 25 talibanes murieron y dos fueron detenidos", añadió.

    Otros cuatro talibanes murieron al estallar una mina que ocultaban en uno de los recorridos del equipo gubernamental.

    Según el ministerio afgano del Interior, el comandante talibán sería el molá Naqeebulá, que se escapó de la cárcel afgana.

    Los talibanes fueron derrocados del poder a fines de 2001 por una coalición liderada por Estados Unidos.

    Por otra parte, el director de inteligencia estadounidense, Michael McConnell, aseguró el miércoels que los talibanes controlan 10% del territorio de Afganistán, el gobierno del presidente del país, Hamid Kazai, maneja menos de un tercio y el resto del país se encuentra bajo control local.

    Según un reciente estudio, "los talibanes controlan del 10 al 11% del país", indicó McConnell testificando frente a la comisión de las Fuerzas Armadas del Congreso.

    Por otra parte, "el gobierno federal controla el 30, 31% y el resto del territorio está bajo control local", agregó.

    Evocando a Pakistán, donde están situados los bastiones de soldados talibanes y de Al Qaeda, en provincias fronterizas del noroeste, McConnell estimó que "las operaciones que son llevadas a cabo por los militares pakistaníes tuvieron efectos limitados sobre Al Qaida".

    "Creemos que Al Qaeda extendió su apoyo a los rebeldes afganos" y "al mismo tiempo presenta una creciente amenaza para Pakistán, mientras que la organización continúa con la planificación, apoyo y dirección de los ataques transnacionales desde santuarios en las provincias fronterizas fuera del control de Pakistán", destacó Michael Maples, director de la Agencia de inteligencia de la defensa.