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Cameron promete actuar ante los crecientes disturbios



    LONDRES (Reuters) - El primer ministro británico, David Cameron, dijo el miércoles que hay "un contraataque en marcha" para restaurar el orden en las calles del país, pero los disturbios, saqueos e incendios por grupos de jóvenes se expandieron a otras ciudades durante la noche.

    Bandas de jóvenes se enfrentaron con la policía en Manchester y Liverpool en el norte y en la región de Midlands.

    Los alborotadores destrozaron escaparates, saquearon tiendas de televisores y ropa de marca e incendiaron edificios, mientras policías armados con escudos y porras trataban de mantener el control.

    Una mayor presencia policial trajo cierta calma a Londres - un centro financiero internacional y sede de los próximo Juegos Olímpicos de verano -, después de tres días de violencia que sacudieron a la nación y plantearon interrogantes acerca de las divisiones del Reino Unido moderno.

    Unos 16.000 policías patrullaron las calles de Londres en la noche del martes, pero con el cierre anticipado de tiendas, pubs y negocios, la ciudad sede de los próximos Juegos Olímpicos del 2012 parecía sitiada.

    "Necesitábamos un contraataque y ya se ha puesto en marcha un contraataque", dijo Cameron tras una reunión del COBRA, el comité de crisis gubernamental. "Cualquier recurso que necesite la policía, lo va a tener".

    Esto incluye balas de goma y cañones de agua, indicó.

    El primer ministro definió los disturbios, que estallaron el fin de semana en áreas pobres de Londres, como "delincuencia pura y dura". Cameron no hizo referencia a las condiciones sociales y económicas que según los líderes comunitarios desencadenaron los problemas.

    "Hay partes de nuestra sociedad que no están rotas, sino francamente enfermas", dijo Cameron, que indicó que haría de la reparación del "quebrado Reino Unido" una prioridad de su mandato.

    Pero la extensión de los disturbios hacia otros centros urbanos demuestra que la crisis está lejos de terminar.

    Grupos de jóvenes con capuchas se enfrentaron a la policía en Manchester, destrozaron escaparates y saquearon tiendas, además de incendiar una tienda de ropa. En el vecino Salford, los alborotadores lanzaron ladrillos a la policía e incendiaron varios coches y edificios.

    "Esta gente no tiene nada contra lo que protestar", afirmó el subcomisario del Gran Manchester Gary Shewan. "Se trata, pura y simplemente, de actos de comportamiento delictivo", agregó.

    En la ciudad portuaria de Liverpool, dos coches de bomberos y el auto de un oficial de la brigada de bomberos, dijo la policía. Unos 200 jóvenes destrozaron y saquearon tiendas tras lanzarles proyectiles.

    La policía dijo haber detenido a 113 personas en Manchester y Salford y 50 en Liverpool. En total fueron arrestadas 770 personas, incluyendo un niño de 11 años, y 167 personas ya afrontan cargos, principalmente por robos y ofensas al orden público. En total fueron arrestadas 770 personas, incluyendo un niño de 11 años, y se han presentado cargos contra 167 personas, principalmente por robos y delitos contra el orden público.

    También se quemaron coches en West Bromwich y Wolverhampton, en el centro de Inglaterra, y en Nottingham una banda prendió fuego a una comisaría.

    La policía, que ya se enfrentaba a reducciones de plantilla debido a los recortes en el gasto público, está totalmente desplegada. Con miles de refuerzos enviados a Londres de los cuerpos regionales, otras ciudades podrían encontrar mermadas sus propias fuerzas policiales.

    VIGILANTES

    En Birmingham, la policía abrió una investigación después de que tres hombres musulmanes murieran arrollados por un coche en medio del caos.

    Un amigo de los fallecidos dijo a la radio de la BBC que formaban parte de un grupo de ciudadanos asiáticos británicos que estaban protegiendo la zona de los saqueadores tras asistir a la oración del Ramadán en una mezquita.

    Según diversas noticias, tenderos y habitantes de Londres y otras ciudades estaban organizando cuerpos de vigilancia ciudadana para proteger sus propiedades.

    El Consejo Musulmán Británico condenó la violencia y pidió a su comunidad que mantenga la calma y apoye a las autoridades. También les instó a ayudar a limpiar las calles. Muchas tiendas pequeñas y negocios ingleses están dirigidos por musulmanes con raíces en el sur de Asia.

    La violencia ha impactado a muchos británicos que vieron por televisión las imágenes de manifestantes atacando a individuos y saqueando desde tiendas de familias hasta grandes comercios.

    Pero también ha generado una corriente de introspección.

    Dirigentes comunitarios dijeron que la violencia en la capital, la peor en décadas en esta ciudad multicultural de 7,8 millones de habitantes, tiene raíces en la creciente disparidad de riqueza y oportunidades. Muchos insisten, sin embargo, en que la única motivación de los saqueadores es la codicia.

    "Estos jóvenes viven en el corazón de las ciudades británicas pero no se sienten parte de ellas. Las sucesivas generaciones de políticos y funcionarios públicos han hecho demasiado poco para integrarlos a la sociedad", dijo el diario liberal Independent.

    En cambio, el diario de derechas Daily Telegraph adoptó una postura más dura.

    "Los matones deben aprender a respetar la ley por las malas. Estos disturbios han avergonzado a la nación y el Gobierno debe ser responsabilizado", afirmó.