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Los noruegos quieren leyes más duras tras la masacre
En la encuesta a 1.283 personas elaborada seis días después de los atentados del 22 de julio, el 65,5 por ciento dijeron que las penas eran "demasiado bajas" y sólo el 23,8 por ciento creían que eran apropiadas, informó el diario Verdens Gang.
Anders Behring Breivik, el fanático de 32 años anti-Islam y anti-inmigración que confesó la bomba en Oslo y la matanza indiscriminadas en una isla cercana, ha sido acusado por la policía de terrorismo, un delito que conlleva una pena de hasta 21 años.
También se enfrenta al riesgo de cinco sentencias consecutivas de 5 años de custodia protegida, y algunos han pedido la introducción de cláusulas por crímenes contra la humanidad que podrían elevar las condenas de cárcel hasta los 30 años.
El objetivo más amplio de los ataques de Breivik era salvar a Europa del "marxismo cultural" y de la "invasión musulmana", según un manifiesto publicado justo horas antes de las matanzas. La mayoría de las víctimas eran adolescentes reunidos en un campamento de verano juvenil del Partido Laborista.
El ministro de Justicia, Knut Storberget, dijo al VG que no "le sorprendía" la petición de penas más duras. "Debemos escuchar y abrir un debate, pero no sacar conclusiones apresuradas... es importante que la política no se haga en un estado de pánico".
Hanne Marthe Narud, una politóloga en la Universidad de Oslo, dijo que el parlamento noruego es probable que se oponga a las inmediatas peticiones de la opinión pública para leyes más duras y más vigilancia.
"Muchas de esas actitudes que vemos ahora son el reflejo de un caso de terror", dijo a Reuters, refiriéndose al sondeo de VG.
"No creo que los políticos cambien la legislación en este punto por una reacción espontánea. Se puede considerar, pero primero habrá un amplio debate".
"En 2001 era como si alguien hubiera declarado la guerra a EEUU, tras lo que habían hecho Al Qaeda y esos grupos", añadió.
"Esto por contraste parece ser el acto de una sola persona que está enferma y tiene su mente en una burbuja. No se puede realmente legislar basándote en sucesos como los que hemos tenido en Noruega".
Dijo que la opinión pública es partidaria desde hace mucho tiempo de castigos más duros para los crímenes violentos, mientras que el parlamento se ha resistido a tomar medidas enérgicas.
El parlamento noruego iba a celebrar el lunes una sesión extraordinaria de verano a la que iban a asistir el rey y el primer ministro a las 10:00 GMT.
Per Sandberg, presidente del comité de justicia del parlamento, dijo que el endurecimiento de las penas estaría en la agenda cuando los líderes de los partidos reanuden el debate el 15 de agosto.
"Estoy seguro de que cuando vengamos el 15 de agosto el debate político será sobre las sentencias, la labor policial y todo lo que rodea este caso", dijo Sandberg a Reuters.
"Mi partido siempre lo ha querido. Creo que habrá nuevas medidas", dijo.
El conservador Partido del Progreso de Sandberg es anti-inmigración y anti-impuestos y partidario de penas de prisión más duras por crímenes violentos.