Gadafi usa ruinas romanas para ocultar armas
Las ruinas romanas de Leptis Magna, en Libia, podría ser el escondite escogido por el líder libio, Muammar el-Gadafi, para guardar todo un arsenal de armas. Se trata de un asunto que sitúa a la OTAN ante una decisión díficil entre el riesgo de dañar el lugar para acceder a las mismas y la opción de no encontrarlas jamás, según ha informado The Huffintong Post.
Leptis Magna pertenece a la ciudad de Al Khums, en Libia, situada entre la capital Trípoli y Misurata. Cuenta la historia que el emperador romano Septimio Severo se estableció en esta zona y la enriqueció a lo largo de todo su reinado, que comenzó en el año 193 d. C. Actualmente, las ruinas de Leptis Magna está considerada como uno de los cincos lugares de Libia inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.
El Washington Post publica el testimonio de Susan Kane, profesor de arqueología en Oberlin College, Ohio, en el que afirma que varias fuentes fiables del gobierno libio aseguran que los museos y las ruinas son lugares clave para el almacenamiento de municiones. Según Kane, el gobierno de Libia siempre ha tenido " una política ambivalente y contradictoria" sobre la importancia de la cultura pre-Árabe. De ahí el hecho de arriesgarse a perder una reliquia romana de tal calibre.
Gadafi estaría violando el derecho internacional
Acompañados por varios miembros del gobierno, un grupo de periodistas visitó recientemente la zona de Leptis Magna. El lugar que pudieron apreciar era una pequeña parte de las ruinas, donde no eran visibles las supuestas armas.
Los rebeldes aseguraron que las fuerzas pro-Gadafi ocultaban lanzacohetes en Leptis Magna. Un oficial de la OTAN informó a CNN de que la alianza pudo verificar estas afirmaciones de los rebeldes, al tiempo que mostró su preocupación por la posibilidad de que Gadafi estuviera violando con tal acción el derecho internacional.
Existen ciertas opiniones, como la de un funcionario anónimo de la OTAN, que se decantan por sacrificar las ruinas de Leptis Magna para poder acceder y destruir vehículos militares, equipo militar y toda la infraestructura que amenaza con destruir la vida de los civiles libios.
Por su parte, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, emitió un comunicado en el que instaba tanto a la OTAN como a los rebeldes a que aseguraran que las operaciones militares no se llevarían a cabo en lugares culturales como estas ruinas. Este reclamo se encuentra reflejado en la Convención de La Haya sobre la Protección de los Bienes Culturales en Caso de Conflicto Armado.