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Clinton no ve "ninguna voluntad" en la comunidad internacional de aumentar la presión sobre Siria

    La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. Foto: Archivo


    La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, cree que no existe "ninguna voluntad" de aumentar la presión internacional sobre Siria pese a las centenares de víctimas registradas ya en las revueltas contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.

    En su opinión, no hay "ninguna voluntad" de "los aliados europeos de la OTAN, de la Liga Árabe y otros", de tomar medidas más agresivas contra las autoridades sirias. "Hay muchas razones para ello: razones históricas, razones estratégicas", explicó Clinton. "Tenemos intereses reales como Estados Unidos", añadió, al tiempo que apostilló que "no hay ninguna talla única y no hay ninguna varita mágica" que pueda servir igualmente para los casos de Siria y Libia. Pese a todo, vaticinó que en los próximos días se verá cómo aumenta la presión hacia Siria.

    En una entrevista a la cadena estadounidense CBS la periodista le había preguntado por qué Estados Unidos y sus aliados están reaccionando de manera distinta a la muerte de civiles en Libia y Siria, a lo que Clinton contestó además que en el caso libio hubo un consenso mucho mayor entre multitud de actores internacionales.

    Clinton argumentó que su país ha tardado dos meses en imponer sanciones al régimen sirio porque antes quería coordinarse con los aliados en Europa y especialmente con los de Oriente Próximo. "Además queríamos aclarar que, como dijo el presidente en su intervención, el presidente Al Assad de Siria puede liderar esta transición o marcharse", ha explicado.

    El miércoles Washington anunció dichas sanciones contra el presidente Al Assad y otros seis altos cargos de su régimen. Estas restricciones contemplan la congelación de bienes y la prohibición de las relaciones comerciales con los sancionados.

    Escenario internacional

    La diplomática comunicó que Al Assad todavía tiene opción de aplicar reformas de calado, aunque le advirtió de que debe ser pronto o "podría tener una última oportunidad". Clinton recordó que este mismo jueves Obama planteó a Siria y Al Assad si quieren acabar aislados en el escenario internacional, como Irán.

    La dirigente estadounidense tuvo presente en todo momento el trascendental discurso de Obama sobre la situación en Oriente Próximo y el Norte de África, así como sobre la estrategia de Estados Unidos en ambas regiones.

    Sobre Libia, Clinton estimó que se está viendo un progreso "lento pero constante". A su entender está creciendo la presión sobre el mandatario libio, Muamar Gadafi, hasta el punto de que su mujer y su hija han huido a Túnez, mientras el presidente de la Compañía Nacional del Petróleo, Shokri Ghanem, habría desertado. Se trata de dos informaciones desmentidas por el régimen libio.

    No dudó en señalar que el Consejo Nacional de Transición -Gobierno de los rebeldes- y sus fuerzas militares "Son cada vez mejores", pero no quiso aventurarse a dar un plazo para el fin de la misión.

    Misión contra Bin Laden

    Clinton también tuvo palabras sobre la operación contra el líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, abatido por fuerzas especiales estadounidenses en Pakistán el pasado 2 de mayo. Opina que la "valiente decisión" tomada por Obama sirvió para demostrar al mundo que si Estados Unidos localiza a cualquier líder o ex líder de la red terrorista en el mundo, estará en disposición de llegar hasta él si las autoridades del país pertinente no hacen lo propio.

    Sobre el posible encubrimiento de Pakistán, Clinton reiteró que no hay ningún indicio que apunte a que Islamabad conociera el paradero de Bin Laden, si bien "parece probable que alguien lo conocía". Recuerda además que en su primera visita a Pakistán trasladó a sus autoridades que era "difícil de creer" que nadie en el Gobierno, aunque fuera a un nivel muy bajo, no tuviera esa información.

    Por otro lado, subrayó que Washington e Islamabad están teniendo "conversaciones muy francas" sobre esta polémica y sobre vías de cooperación en la lucha contra el terrorismo.

    Finalmente, sobre el conflicto en Oriente Próximo la jefa de la diplomacia estadounidense incidió en el interés de Washington por que se reanuden las negociaciones, porque sin ellas "no habrá ningún final para el conflicto, ningún final para las reivindicaciones y ninguna solución de dos estados".