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Asciende a 12 muertos y 238 heridos el balance de los enfrentamientos religiosos en El Cairo
Al menos 12 personas han muerto y 238 han resultado heridas en el marco de los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos que se produjeron el sábado en el distrito de Imbaba, en El Cairo, según el último balance divulgado por los medios oficiales.
Con motivo de la violencia religiosa, cientos de egipcios se han concentrado este domingo frente a la sede de la televisión estatal para exigir la dimisión de Marshal Mohamed Husein Tantawi, líder del consejo militar que gobierna el país desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak.
Un grupo de musulmanes ha salido a su encuentro para calmar a los manifestantes, en su mayoría jóvenes cristianos. Sin embargo, ambos colectivos han comenzado a lanzarse piedras mutuamente, en un nuevo enfrentamiento que se ha saldado con 42 heridos.
Choque controlado
Aunque este choque ha sido controlado en pocas horas, cientos de manifestantes ocupaban todavía la calles en las primeras horas de la noche. Ante la posibilidad de que se produzcan nuevos incidentes, las fuerzas de seguridad han situado varias patrullas en iglesias de Imbaba, según afirman algunos testigos.
"Las concentraciones alrededor de los templos de culto serán prohibidas para garantizar la seguridad de los residentes y prevenir la violencia sectaria", ha dicho el ministro de Justicia interino, Mohamed el Guindy, a través de un comunicado divulgado por la televisión estatal.
Los enfrentamientos comenzaron después de que medio millar de musulmanes salafistas se concentraran en torno a la iglesia cristiana copta de Santa María y Santa Mina, en Imbaba. El propósito de los salafistas era llevarse a una mujer que supuestamente se había convertido al Islam y que, según ellos, había sido retenida en este templo en contra de su voluntad.
Condenas a los enfrentamientos
Entretanto, se han sucedido las condenas a los enfrentamientos religiosos en Imbaba. Este es uno más de los muchos episodios de esta naturaleza que han sacudido al país, donde tan solo hay un diez por ciento de cristianos entre los 80 millones de personas que lo habitan.
En la ciudad de Alejandría, cientos de personas han intentado bloquear las carreteras hacia el puerto, en un gesto de condena a la violencia religiosa. "Se debe castigar con mano dura a cualquiera que haya matado a un egipcio, independientemente de su religión u orientación política", ha dicho Mina Gergis, una estudiante.
Los Hermanos Musulmanes, formación islamista opositora, han rechazado también estos choques. "Los Hermanos condenamos todas las formas de terrorismo", ha dicho su líder, Mohammed Badie, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias MENA.
Por su parte, Gamal Eid, un destacado activista pro Derechos Humanos, ha considerado que estos brotes son fruto de la inactividad del Ejército, que teme excederse en su actuación. "Creo que el Ejército está confuso, no quiere ser acusado de reprimir estos movimientos", ha indicado.