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Dos bombas contra buses de la Marina paquistaní causan 4 muertos
La policía dijo que las bombas contra los autobuses en dos partes diferentes de la ciudad estallaron simultáneamente usando dispositivos por control remoto.
Entre los fallecidos había un marinero y una doctora civil, dijo el portavoz de la Marina paquistaní, el comandante Salman Ali.
Nadie reivindicó la responsabilidad en el ataque, pero los analistas creen que puede ser parte de una campaña más amplia de los rebeldes contra las fuerzas de seguridad en todo el país.
"Parece ser parte de la misma campaña insurgente pero no veo ninguna lógica en atacar a la Marina porque al contrario que el Ejército de Tierra y la Fuerza Aérea no participan en operaciones contra los insurgentes", dijo Tasneem Noorani, analista de seguridad y ex secretario del interior.
"Pueden haber atacado a la Marina por desesperación porque las otras fuerzas pueden haber tomado muchas precauciones y son difíciles de atacar".
El ataque en Karachi fue el primero desde que en 2004 hombres armados tendieron una emboscada a un convoy que escoltaba al comandante de las fuerzas armadas. El general escapó del ataque por poco.
Karachi, el centro de actividad comercial del país, es la sede del banco central, el principal mercado de valores y los dos puertos más importantes. La mayoría de las empresas extranjeras que trabajan en Pakistán tienen oficinas en Karachi, donde también tiene su sede la marina paquistaní.
"Artefactos explosivos fueron situados en el camino y fueron detonados al paso de los autobuses. Ambos autobuses transportaban oficiales de la marina", dijo el oficial de policía Iqbal Mehmood a Reuters.
En 2002, 11 ingenieros y técnicos franceses que trabajaban en la construcción de submarinos para la Marina paquistaní murieron junto con tres paquistaníes al detonar un coche bomba conducido por un atacante suicida afuera de un hotel en Karachi.
La ciudad tiene una larga historia de sangrientas luchas entre grupos cuya rivalidad se basa en razones étnicas, políticas y sectarias, en los que cientos de personas han perecido.
La semana pasada, 22 personas murieron por la explosión de una bomba en un club para jugadores de cartas.