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Salé insta a la oposición a dialogar durante una concentración en Saná



    El presidente yemení, Alí Abdulá Salé, ha hecho un llamamiento a la oposición a iniciar un diálogo con el fin de preservar la estabilidad en el país ante una multitud de seguidores que se han dado cita este viernes en Saná para mostrarle su apoyo.

    "Llamamos a la oposición a que consulten sus conciencias y vengan a dialogar y a encontrar un acuerdo para la seguridad y la estabilidad del país", ha señalado ante miles de partidarios. "Estas multitudes son un claro mensaje para aquellos que están dentro y fuera del país (...) sobre la legitimidad constitucional", ha defendido.

    El presidente ha calificado a la oposición de mentirosos y "bandidos" que bloquean carreteras, y les ha pedido que dejen de mezclar a hombres y mujeres que no son parientes en sus manifestaciones en Saná. "Les pido que dejen de mezclar, porque eso va en contra de la 'sharia', en el exterior de la Universidad de Saná", ha señalado.

    Ayer, la oposición había rechazado la propuesta de diálogo del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la propuesta de estos países para resolver la crisis actual, que contemplaría la salida de Salé del poder, tras 32 años al frente del país, dejando el testigo a su vicepresidente y la formación de un gobierno de unidad que estaría encabezado por la oposición, además de la redacción de una nueva Constitución.

    Apoyo a la revolución

    Asimismo, la coalición opositora había dado al presidente dos semanas para abandonar el poder. A ello se sumaron esta mañana los ulemas islámicos y los líderes tribales yemeníes quienes han expresado su apoyo a las demandas de los jóvenes revolucionarios y han reclamado a Salé que renuncie al poder "inmediatamente".

    En un comunicado, los firmantes han pedido que se cumplan las demandas "pacíficas" de los manifestantes y han reclamado "la dimisión inmediata del presidente de la República y el cese de todos sus familiares del Ejército y del aparato de seguridad del Estado".

    Entretanto, cientos de miles de personas han protestado en Saná, Adén y Taiz contra el presidente, quien ha realizado algunas concesiones desde que comenzaron las protestas hace casi dos meses, pero se niega a dimitir.

    Siete manifestantes resultaron heridos en Taiz cuando partidarios de Salén abrieron fuego contra decenas de miles de personas que se echaron a las calles tras la oración del viernes, según testigos.

    "Es solo cuestión de días que este régimen caiga. Esta revolución no puede ser derrotada. Nuestro objetivo es derribar a este régimen familiar corrupto", ha señalado el predicador Abubakr Obaid ante miles de fieles cerca de la Universidad de Saná, donde los manifestantes antigubernamentales permanecen acampados desde febrero.

    Desobediencia civil

    Activistas han distribuido octavillas pidiendo a los ciudadanos que dejen de pagar los impuestos, la electricidad y otras facturas al Gobierno en una campaña de desobediencia civil para obligar a Salé a dimitir. En Adén, principal ciudad del sur del país, la semana pasada ya comenzaron huelgas en escuelas y oficinas gubernamentales.

    Por otra parte, el suministro eléctrico se ha visto afectado en varias ciudades como Saná, Taiz, Hudaida y Ibb después de que miembros de tribus atacaran una importante central eléctrica, según ha indicado un responsable, acusándoles de actuar en nombre de los partidos de la oposición.

    Entretanto, los ulemas islámicos y los principales líderes tribales han publicado un comunicado en el que han pedido que se cumplan las demandas "pacíficas" de los manifestantes y han reclamado "la dimisión inmediata del presidente de la República y el cese de todos sus familiares del Ejército y del aparato de seguridad del Estado".

    Asimismo, los ulemas y los líderes tribales condenaron el "derramamiento de sangre" en el país, en referencia a la muerte de al menos 116 personas durante las recientes manifestaciones, reprimidas por las fuerzas de seguridad mediante el uso de fuego real y de gases lacrimógenos.