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El marfileño Gbagbo, detenido por tropas francesas



    ABIYÁN (Reuters) - El marfileño Laurent Gbagbo fue capturado y puesto bajo custodia de su rival presidencial el lunes, después de que las tropas francesas rodearan el asediado complejo en el que se había ocultado la última semana.

    Una columna de más de 30 vehículos blindados franceses se movilizó hasta la residencia en Abiyán de Gbagbo, después de que helicópteros galos y de Naciones Unidas atacaran la vivienda durante la noche para acabar con un estancamiento político que había reiniciado una guerra civil.

    Según testigos, las fuerzas de Ouattara, que no habían logrado hacer salir a Gbagbo tras un fuerte ataque sobre su búnker la semana pasada, se unieron a las tropas francesas que avanzaban sobre el complejo.

    Gbagbo se negó a renunciar después de que Ouattara ganara las elecciones, de acuerdo a los resultados certificados por la ONU, reiniciando una guerra civil que causó miles de muertes y desplazó a millones de personas.

    "Sí, ha sido arrestado", dijo a Reuters Affoussy Bamba, portavoz del opositor Alassane Ouattara.

    El portavoz de Gbagbo, Ahoua Don Mello, dijo que el líder marfileño había salido de su búnker y se había rendido a los franceses sin oponer resistencia.

    La ex potencia colonial, sin embargo, dijo que el ex presidente había sido arrestado por las fuerzas de Ouattara con apoyo de Naciones Unidas y Francia.

    "Nada más pasar las tres, el ex presidente Laurent Gbagbo se entregó a las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil. Las tropas francesas no entraron en ningún momento en el jardín o la residencia de Gbagbo", indicó el portavoz de las Fuerzas Armadas galas Thierry Burkhard.

    La detención del ex presidente pone fin a sus 10 años en el poder en la principal productora de cacao del mundo.

    Pero aunque Ouattara asumirá la presidencia que lleva reclamando cuatro meses desde las disputadas elecciones, aún tendrá que enfrentarse a las antiguas divisiones étnicas, años de estancamiento económico y una empeora de la crisis humanitaria.

    Es posible que la detención de Gbagbo no baste para poner fin al conflicto.

    "Ouattara tiene que jugar esto con mucho cuidado, para gestionar las tensiones en casa y aplacar a los votantes de Gbagbo y así resolver no sólo la disputa electoral, sino también en la práctica una guerra civil de 10 años", indicó Mark Schroeder, analista de la consultora de riesgo político Stratfor.

    SUMISO

    Gbagbo fue trasladado al Hotel Golf en Abiyán, donde tiene su sede Ouattara.

    La cadena de televisión TCI, partidaria de Ouattara, mostró al ex presidente en una habitación del hotel, con tropas de su rival a su lado. Vestido con un chaleco blanco, parecía con buena salud pero sumiso. Se le ofreció una toalla y una camisa verde chillón, que se puso frente a la cámara.

    Su esposa Simone, que en opinión de muchos marfileños tiene poderes de brujería, estaba con él en el hotel, con apariencia desaliñada.

    Más tarde el ex presidente hizo una breve aparición en televisión, pidiendo el final de los combates.

    El responsable de la misión de paz de Naciones Unidas, Alain Le Roy, dijo que el jefe de las tropas de Gbagbo le había llamado para decir que estaba dispuesto a entregar las armas.

    "La pesadilla ha terminado", dijo el primer ministro de Ouattara, Guillaume Soro, mientras que su embajador ante Naciones Unidas dijo que Gbagbo sería "llevado a la justicia".

    Poco después de que se conociera la detención de Gbagbo, la oficina del presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que el presidente acababa de tener una larga conversación con Ouattara.

    Francia, que tiene más de 1.600 soldados en el país, asumió un papel líder en los esfuerzos por convencer a Gbagbo de que ceda el poder, enfureciendo a sus partidarios, que acusan a París de "neocolonialismo".

    JÓVENES EN CELEBRACIÓN

    Las celebraciones surgían en la capital económica del país conforme se divulgaban las noticias sobre el arresto, después de 10 días en los que los combates han atrapado a la gente en sus casas, y el agua y la comida empiezan a escasear.

    "Esperemos que el país pueda encontrar la paz y la estabilidad. Estoy muy contento", dijo Jean Desire Aitcheou en el barrio de Banco.

    Antes, el lunes, habitantes de la ciudad habían informado de duros enfrentamientos el lunes por la mañana entre las fuerzas leales a Ouattara y las tropas que responden a Gbagbo en los distritos Cocody y Plateau en Abiyán, mientras los franceses se dirigían hacia el centro de Abiyán.

    Incluso ahora, la capacidad de Ouattara de unificar a la nación el oeste africano podría quedar minada por las informaciones de atrocidades cometidas contra civiles desde que sus fuerzas avanzaron sobre Abiyán.