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...Y por lo menos otros cuatro líderes del euro están contra las cuerdas

    Angela Merkel, canciller alemana. <i>Foto: Archivo</i>


    La centrista Mari Kiviniemi, primera ministra de Finlandia, es la dirigente europea con más posibilidades de ser la siguiente en la lista de los que tienen que hacer la maleta y dejar el poder.

    Kiviniemi se enfrenta a unas inminentes elecciones generales el próximo 17 de abril, y los sondeos no auguran nada bueno para su formación.

    La mala noticia para el resto de la zona euro es que el ascenso de los finlandeses euroescépticos y de los que rechazan acudir al rescate de países como Grecia, Irlanda o Portugal ha atado las manos del Gobierno de Helsinki, que se ha visto obligado a bloquear las negociaciones con el resto de sus socios europeos para reforzar y flexibilizar el fondo de rescate de países al borde de la quiebra.

    También es muy delicada la situación de la canciller alemana conservadora Angela Merkel, cuya opinión pública la está castigando en los diferentes comicios regionales que han tenido lugar en Alemania desde hace un año.

    Al rechazo de los alemanes a subsidiar a griegos, irlandeses, portugueses y, llegado el caso, españoles o italianos, se suma la errática gestión de Berlín de la intervención militar en Libia, y la improvisada moratoria sobre la energía nuclear en plena campaña electoral regional, tras haber defendido este sector a capa y espada desde su llegada al poder.

    El presidente francés Nicolas Sarkozy también sufre el rechazo de la opinión pública francesa. A juzgar por la tensión de la política gala se diría que las elecciones presidenciales son inminentes, aunque en realidad falta aún un año.

    Sarkozy está en caída libre en los sondeos; los futuros candidatos socialistas y de la extrema derecha le aventajan; y su partido vive una lucha interna provocada por la derrota en las recientes elecciones cantonales.

    En Italia, el primer ministro Silvio Berlusconi se enfrenta esta primavera a varias elecciones locales en algunas de las principales ciudades del país, a referendos y, sobre todo, a la Justicia por sus escándalos sexuales y la presunta implicación de menores. Berlusconi mantiene además la batalla abierta contra los jueces, e intenta una vez más impulsar una reforma de la Justicia que le favorezca.

    Sucesión en el BCE

    Las tribulaciones de la clase política europea no es la única incógnita que pesa sobre el futuro de la zona euro. En otoño llega el momento de la jubilación del francés Jean-Claude Trichet, al menos de su jubilación como presidente del Banco Central Europeo (BCE).

    Los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países de la UE debería elegir a su sucesor durante la cumbre que celebrarán en junio den Bruselas. Al principio del año la incertidumbre era reducida por cuanto se daba casi por garantizado que Berlín lograría imponer a su candidato, Axel Weber, presidente de la Bundesbank.

    Pero la defenestración de este último ha relanzado las quinielas y aunque el favorito sea ahora el italiano Mario Draghi, Gobernador del Banco de Italia, nadie sabe aún a ciencia cierta quien liderará la política monetaria europea.