Manifestación en Londres contra los recortes Gobierno
Los líderes sindicales sostienen que más de 200.000 personas podrían unirse a la manifestación, irritadas por los enormes recortes del gasto público, el creciente desempleo, el aumento de impuestos y las reformas de pensiones, además de la caída o congelación de salarios y la inflación.
La policía teme que el resentimiento genere actos de violencia como los de diciembre pasado, cuando unas protestas estudiantiles contra el aumento de las tasas universitarias generaron los peores disturbios ocurridos en la capital en décadas.
Unos 4.500 oficiales de la policía estarán custodiando la marcha junto a cientos de agentes entrenados por los sindicatos.
El Gobierno liderado por conservadores está llevando a cabo un programa de reducción de deuda para eliminar virtualmente en 2015 el déficit de presupuesto, que ahora llega al 10 por ciento del PIB, a fin de proteger las calificaciones de crédito triple A de Reino Unido.
Sin embargo, los sindicatos y los laboristas argumentan que las medidas han ido demasiado lejos muy rápido y carecen de solidez económica, por lo cual ponen en riesgo el futuro de la expansión y causan miseria a millones de británicos de clase media y baja, en momentos en que el desempleo llega a su peor nivel desde 1994.
"La gente sabe que debemos bajar el déficit (...) pero las personas están preocupadas porque las cosas se están haciendo demasiado rápido y con medidas extremas, desestabilizando comunidades, subiendo el desempleo", dijo a la cadena BBC el laborista Ed Balls, rodeado por manifestantes que portaban carteles.
LA MAYOR DESDE INVASIÓN DE IRAK
Brendan Barber, secretario general de la organización de derechos laborales Trades Union Congress (TUC), dijo previamente que esperaba que la marcha en Londres sea la mayor desde que hasta un millón de manifestantes protestaron contra la invasión a Irak en 2003.
"Creo que será un acontecimiento muy, muy grande y (dará) un mensaje poderoso al Gobierno de que está perdiendo su respaldo", dijo a Reuters en una entrevista concedida previamente esta semana.
Muchos países europeos han sido escenario de masivas protestas en los últimos meses, mientras los Gobiernos reducen el gasto público en un intento por lograr que sus economías se recuperen por completo de la crisis financiera internacional.
El primer ministro David Cameron ha insistido en que no tiene intención de revertir sus políticas y asegura que cuenta con el apoyo de una serie de instituciones económicas internacionales y británicas.
El Gobierno de coalición sostiene que está limpiando el desastre dejado por la anterior administración laborista y que si no actúa dejará Reino Unido expuesto a la volatilidad del mercado.