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Más de 60 heridos en Bahréin por disparos del Ejército



    MANAMA (Reuters) - Las fuerzas de seguridad de Bahréin dispararon a los manifestantes cerca de la plaza de la Perla en la capital y un alto cargo médico dijo que más de 60 personas fueron tratadas en el hospital, al día siguiente de que la policía desmantelara un campamento de protesta en Manama.

    El rey Isa al Jalifa pidió al príncipe heredero iniciar un diálogo nacional con "todos los partidos" para resolver la crisis que afecta al archipiélago del Golfo Pérsico.

    Ali Ibrahim, viceresponsable de personal médico del hospital de Salmaniya, dijo que 66 heridos habían sido ingresados por los enfrentamientos en la plaza. Cuatro estaban en estado crítico.

    El responsable médico dijo que las lesiones eran peores a las vistas el jueves, cuando la policía desmanteló un campamento de protesta en Manama.

    El tiroteo tuvo lugar en un día de duelo, en el cual los chiíes enterraron a cuatro manifestantes que perecieron a manos de la policía en la intervención en la plaza de la Perla.

    "Pensamos que fue el Ejército", dijo Sayed Hadi, de Wefaq, el principal bloque chií del reino, que renunció el jueves al Parlamento.

    El príncipe había hecho previamente un llamamiento a la calma y al diálogo.

    "Yo respeto a Wefaq, como respeto a otros. Hoy es el momento de sentarse y entablar un diálogo, no de pelear", dijo al canal Bahréin TV.

    Alrededor de 1.000 personas se reunieron junto a un hospital capitalino y algunos esperaban en los pasillos mientras los heridos eran ingresados, incluyendo uno con una sábana llena de sangre sobre la cabeza. Muchos lloraban.

    Otro ex legislador de Wefaq, Jalal Firooz, dijo que los manifestantes estaban en otro lugar de la ciudad, donde se conmemoraba la muerte de un activista esta semana, cuando la policía lanzó gases lacrimógenos en su contra.

    Los manifestantes se dirigieron entonces hacia la plaza de la Perla, donde las tropas del Ejército abrieron fuego, afirmó Firooz.

    Los militares tomaron el control de la seguridad en el sector después del desmantelamiento del campamento de activistas el jueves por parte de la policía.

    La policía no hizo comentarios de inmediato. Testigos dijeron que unos 20 vehículos policiales llegaron hasta la plaza después del tiroteo inicial.

    "Esta es una manifestación pacífica", dijo a la cadena Al Manar, gestionada por el grupo libanés Hezbolá, el médico Mahmud Abas. "¿Cómo es que se le hace frente con balas? Hay una crisis humanitaria. No podemos manejar esta situación", añadió.

    Cuatro personas murieron y 231 resultaron heridas el jueves cuando la policía antidisturbios desmanteló un campamento protesta en la madrugada, mientras la mayoría de los manifestantes estaban durmiendo.

    Más tarde, soldados en tanques y vehículos blindados tomaron el control de la plaza, que iba a ser usada como base por los manifestantes de mayoría chií, de forma similar a la plaza de Tahrir en El Cairo, el centro de las protestas que la semana pasada lograron derrocar al ahora ex gobernante egipcio Hosni Mubarak.

    FUNERALES

    Varios miles de personas acudieron el viernes a enterrar a los muertos, en lo que el máximo clérigo chií bahreiní calificó de "Masacre" ordenada por la familia gobernante suní de la isla para aplastar los manifestantes.

    La revuelta ha planteado a Estados Unidos un dilema ya familiar: está dividido entre su deseo de estabilidad en un antiguo aliado árabe y la necesidad de mantener sus principios sobre el derecho de la gente a manifestarse pacíficamente a favor de un cambio democrático.

    "Estoy profundamente preocupado por las informaciones de violencia en Bahréin, Libia y Yemen. Estados Unidos condena la violencia por parte de los Gobiernos contra manifestantes pacíficos en esos países, y en otros lugares donde pueda suceder", dijo el presidente Barack Obama en un comunicado.