Un Berlusconi debilitado capea el temporal, de momento
Ningún otro líder europeo podría haber sobrevivido a las semanas de escarnio que ha sufrido por las acusaciones de los fiscales de que mantuvo relaciones sexuales con una prostituta menor de edad y cometió abusos de poder al interceder ante la policía para que fuera liberada.
El presidente de 74 años será sometido a juicio el 6 de abril, pero ha rechazado los llamamientos de dimisión y acusado a magistrados de izquierdas de unir fuerzas con la oposición para hacer caer un gobierno elegido democráticamente.
Dado el margen de aplazamiento que tendrán sus abogados y la longitud habitual de los juicios italianos, se podría tardar años en tener un veredicto final.
Ignorando las críticas de los medios, las protestas en las calles y la desaprobación del Vaticano y la principal patronal italiana, se ha centrado en reconstruir una mayoría en el Parlamento que casi perdió tras la escisión en el gobernante PDL el año pasado.
"Ha tentado a 10 ó 15 diputados y es todo lo que necesita para evitar que el Parlamento se disuelva", dijo el profesor de políticas y ex senador de centroizquierda Gianfranco Pasquino.
Incluso el archirrival de centroderecha de Berlusconi, Gianfranco Fini, ha reconocido que su partido Futuro y Libertad, que fundó tras escindirse del PDL, está en peligro por una serie de diputados rebeldes que han vuelto al seno del Gobierno.
"Sería inútil negar la evidencia. El partido Futuro y Libertad está teniendo un difícil momento", dijo al diario Secolo d'Italia en una entrevista publicada el viernes, admitiendo que Berlusconi probablemente aumentará su mayoría.
Las encuestas de opinión han mostrado una erosión constante en el apoyo de Berlusconi desde que saltó el escándalo de "Ruby", una marroquí adolescente que trabajaba como bailarina de un club nocturno.
Pero mientras el primer ministro tenga mayoría en el Parlamento no caerá por la condena pública, no importa cuántas manifestaciones se convoquen, ni dimitirá por la presión de los tribunales.
"Al fin y al cabo, lo que cuenta son los números, el resto sólo son palabras", dijo uno de sus asesores más cercanos, restando importancia al alboroto de la prensa y la oposición y los comentarios medio divertidos medio conmocionados procedentes del exterior conforme la tormenta aumentaba este mes. "Vamos a seguir adelante".
LIGA NORTE
Si tal optimismo está justificado dependerá sobre todo de los aliados a menudo desobedientes en la Liga Norte, un partido favorable al traspaso de competencias y contrario a la inmigración que llevó a Berlusconi por primera vez al poder en 1994.
La Liga está centrada en un paquete de medidas destinadas a conceder más poder de recaudación y de gasto a las regiones, lo que liberaría al rico norte de Italia de la carga de pagar por el pobre e ineficiente sur.
El futuro de estas medidas aún no está claro, después de que el presidente Giorgio Napolitano rechazara este mes una iniciativa del Gobierno de aprobar algunas de las normas sin el respaldo de un comité parlamentario clave.
Hasta el momento, el líder del partido, Umberto Bossi ha asegurado su apoyo a Berlusconi, y cualquier tentación de retirar su apoyo y hacer caer al Gobierno antes de las elecciones previstas para 2013 podría verse enfriado por unas encuestas que muestra un incremento del centroizquierda, a pesar de sus divisiones crónicas.
Las encuestas de finales del año pasado sugerían que el centroderecha probablemente ganaría las elecciones, y la Liga Norte disfrutaría de una posición más fuerte debido a su sólida base regional. Pero ahora parece que las señales son menos positivas. Un sondeo publicado esta semana por la agencia Demos dio a Berlusconi un índice de aprobación del 30%, 18 puntos menos que hace un año, y por primera vez los sondeos sugieren que es poco probable que ganara si se celebraran elecciones.
SIN RIVALES
No obstante, prepararse para la tormenta y esperar que esta pase podría mantener a Berlusconi en el cargo, en concreto porque su dominio del PDL implica que no teme el tipo de revuelta interna que ha sellado el destino de otros líderes atribulados en otros países.
"Lo que es llamativo es que ningún socio tenga el coraje de decir públicamente: "Este no es el modo de comportarse", todos están intimidados por él", dijo el comentarista político Luca Ricolfi.
Incluso si Berlusconi supera la actual crisis está por ver si puede recuperar su popularidad y parece improbable que consiga progresos en asuntos acuciantes como reducir el desempleo juvenil o impulsar la economía italiana.
"Berlusconi podría resistir, pero continuar con una pequeña o insegura mayoría sin ser capaz de aprobar reformas significativas podrían hacer inevitable que su apoyo continúe cayendo", dijo Luigi Crespi, otro encuestador y experto político.
Además del "Rubygate", el primer ministro afronta otros tres casos de corrupción y fraude vinculados a Mediaset, su imperio mediático, en las próximas semanas.
Pero ha afrontado al menos una decena de juicios antes y ha sido exculpado, beneficiado por una amnistía o por la prescripción de los delitos. Si puede evitar las turbulencias actuales, podría seguir en el cargo dentro de un año.
"Este es el peor momento para Berlusconi pero parece que sobrevivirá", dijo Ricolfi. "Al final, la economía podría ir mejor y creo que decidirá que tiene una buena opción de ganar unas elecciones en primavera del próximo año".