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La SEC está al acecho ante la próxima filtración de Wikileaks



    Todos están pendientes ya de la filtración prometida por Julian Assange. A la espera de conocer definitivamente el nombre del banco, todo apunta que será Bank of America, y sobre todo la naturaleza y alcance del material en manos de Wikileaks, es cierto que la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) ya se encuentra preparada para hincar el diente al posible escándalo.

    Según informó Charlie Gasparino, periodista de Fox Business, la SEC está lista para analizar los documentos filtrados en cuanto se hagan públicos y determinar si sentarían, o no, las bases para nuevas investigaciones o demandas contra Bank of America, la entidad de la que se dice Assange tiene información confidencial.

    Los principales supervisores de la agencia examinarán también si los documentos que se filtren fueron entregados a la SEC como parte de las distintas investigaciones que tiene abiertas en este momento Bank of America. De ser así, Bank of America y sus directivos podrían ser acusados de obstrucción a la justicia por haber ocultado información a los reguladores.

    Bank of America en pie de guerra

    Según el New York Times, la caída de un 3% experimentado por las acciones de Bank of America nada más comenzar a circular las especulaciones, provocó que su consejero delegado, Brian Moynihan creara un equipo legal para amortiguar el posible impacto de una filtración que muchos analistas, como Richard Bove, de Rochdale Securities, afirman no será tan dañina como Assange intenta hacernos creer.

    Este "equipo A" creado por Moynihan y liderado por Bruce Thompson, director de riesgo del banco, ya ha llevado a cabo sus primeros movimientos como comprar dominios en la red que arremetían contra personalidades de la entidad como brianmoynihansucks.com (algo así como el consejero delegado de Bank of America es un incompetente).

    Por otro lado, los distintos analistas intentan averiguar la gravedad del alcance de la futura filtración. Al fin y al cabo, el banco ya cuenta con decenas de demandas que le quieren obligar a recomprar miles de millones de hipotecas tóxicas. También ha estado en el centro del fraude de la firma automatizada de embargos y dejó que Merrill Lynch distribuyese 3.600 millones de dólares en bonuses justo antes de ser comprada en el punto álgido de la crisis financiera.