Las letales inundaciones en Australia amenazan Brisbane
Coches y transeúntes fueron arrollados el lunes por la noche cuando una "súper tormenta" envió el agua de forma desaforada por las calles de Toowoomba, al oeste de Brisbane. La policía dijo que más de 40 personas habían sido rescatadas de los tejados de las casas por helicópteros, pero a media tarde seguían desaparecidas 59 personas.
Las peores inundaciones en el estado de Queensland en 50 años han matado a 13 personas en las últimas dos semanas, pero la policía advierte de que el balance de muertos podría aumentar significativamente.
En el centro de Brisbane se formaron atascos de tráfico mientras la gente se marchaba en coche en medio de fuertes lluvias y una incipiente inundación, los vecinos acumulaban suministros de comida y las familias empezaban a llenar los centros de evacuación en la ciudad y en la vecina localidad de Ipswich.
El alcalde de Brisbane, Campbell Newman, dijo que unas 6.500 viviendas, negocios y terrenos estarían inundados para el jueves.
"La situación se ha deteriorado obviamente", dijo Newman en una rueda de prensa. "Hoy es muy considerable, mañana será mala, y el jueves va a ser devastadora para los vecinos y negocios afectados".
Las inundaciones han llegado a cubrir en ocasiones un área mayor al tamaño de Francia y Alemania juntas y han causado unos 6.000 millones de dólares (unos 4.640 millones de euros) en daños. Las inundaciones han paralizado prácticamente la industria de exportación de carbón del estado, valorada en 25.000 millones de dólares, han golpeado al turismo y devastado la agricultura.
La crisis también afectará al crecimiento económico este año, elevará la inflación ante la subida de los precios de la alimentación, desanimará el gasto minorista y se prevé que lleve al banco central de Australia a retrasar un aumento de los tipos de interés de febrero a mayo.
El dólar australiano se hundió a un mínimo de tres semanas el martes ante la preocupación de que las minas de carbón inundadas de Queensland, que suministran a las acerías de Asia, puedan tardar meses en volver a su producción normal.
La primera ministra, Julia Gillard, dijo que las inundaciones no retrasarían el regreso a un superávit presupuestario en el período 2012/13. Pero el Banco Nacional de Australia dijo que las inundaciones reducirían el crecimiento un 0,25 por ciento en este trimestre.
LLAMAMIENTO A LA CALMA
Newman dijo que el principal dique de Brisbane, que había protegido hasta ahora a la ciudad de las crecidas, estaba lleno, y las autoridades tenían que soltar agua que enviaría la riada a Brisbane.
Las autoridades dijeron que la crecida de Brisbane podría ser peor que las devastadoras inundaciones de 1974, cuando el río Brisbane se desbordó, anegando miles de viviendas y matando a 14 personas.
"Ipswich y Brisbane se enfrentan a su mayor amenaza y su prueba más difícil en más de 35 años", dijo la primera ministra del estado de Queensland, Anna Bligh.
"La situación sigue deteriorándose. Necesitamos hacer todos los esfuerzos para permanecer en calma y seguir unidos. Si vive en una zona alta es el momento de contactar y ofrecer ayuda a los vecinos (...) y ofrecer una cama para pasar la noche", declaró Bligh.
Los trabajadores abandonaron las torres de oficinas en el centro de la ciudad mientras la lluvia constante seguía engrosando el río Brisbane, que invadía los paseos y los edificios situados en sus márgenes.
"Está adoptando nuevas proporciones y empeorando minuto a minuto", dijo Gary McGowan, un empresario que vive y trabaja en un barrio occidental de la ciudad, subrayando que barcos y pontones estaban siendo arrastrados por la crecida de las aguas.