Un suicida mata a 39 personas en un ataque a una milicia en Irak
La explosión afuera de una base militar iraquí en el distrito suní de Radwaniya ocurrió mientras continúa un estacamiento político en el país tras las elecciones de marzo que no dieron un ganador claro y que han dificultado la formación de un nuevo Gobierno.
Un grupo de insurgentes suníes relacionados con Al Qaeda han buscado aprovechar el vacío político creado por el fracaso de las facciones suníes, chiíes y kurdas de acordar una coalición de Gobierno, y han realizado una serie de ataques desde la votación.
En la explosión del domingo, el suicida con bomba se inmoló en medio de milicianos "Sahwa", combatientes suníes que alguna vez fueron aliados de Al Qaeda y que se volvieron en contra del grupo islamista en 2006/07, ayudando a las fuerzas de Estados Unidos a cambiar el curso de la guerra.
"Había más de 85 personas dispuestas en tres líneas en la puerta principal de la base militar para recibir salarios cuando una persona se nos acercó. Cuando uno de los soldados intentó detenerlo, él se inmoló", dijo Tayseer Mehsen, un sobreviviente de 20 años, en el hospital Mahmudiya.
"Perdí la conciencia y desperté para encontrarme en el hospital", agregó.
Todos los muertos eran Sahwa y había dos soldados entre los heridos, dijo una fuente del Ministerio del Interior.
La policía había estimado la cifra de muertos en 39, pero una fuente del Ministerio del Interior dijo que 43 personas habían muerto. Las cifras conflictivas son comunes debido al caos que se produce después de una explosión.
Ha habido una serie de ataques contra líderes de los Sahwa en zonas suníes en torno a Bagdad en meses recientes, muchos atribuidos a actos de venganza de compañeros insurgentes o Al Qaeda. Algunos han sido atribuidos a disputas sangrientas entre familias que datan desde hace mucho.
La guerra sectaria entre los alguna vez dominantes suníes y la mayoría chií que comenzó después de la invasión liderada por Estados Unidos en el 2003 ha desaparecido en gran parte, pero aún persiste una testaruda insurgencia suní.
El Ejército de Estados Unidos ha ido adoptando un papel cada vez menor desde que se retiró de los centros urbanos de Irak en junio del año pasado y las tropas estadounidenses terminarán sus operaciones de combate el 31 de agosto, antes de la retirada completa del próximo año.